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Tuesday 6 de June de 2006, 00:00:00
2/3junio: Acampada y Matagalls
Tipo de Entrada: RELATO | 3170 visitas

La Alba y yo vamos a acampar al Pla de la Calma. Durante la tarde estamos en la cima del Cucurull ( 1241m ). Más tarde cenamos y montamos la tienda. Al día siguiente, madrugamos y subimos al Matagalls. Desde la cima, vamos a Sant Segimon pasando por la Font del Matagalls, y desde Sant Segimon regresamos al coche.

Alba me fotografía desde la tienda, está amaneciendo. Hago como que pesco...
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Alba me fotografía desde la tienda, está amaneciendo. Hago como que pesco...
Observando el amanecer bajo la manta, pasando frío
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Observando el amanecer bajo la manta, pasando frío

Estamos a dos de junio de 2006, día en el que la Alba y yo cumplimos cuatro años y medio de novios, es decir, cincuenta y cuatro meses. Pasadas las dos de la tarde, me dirijo a Granollers a recoger a Alba, y partimos rumbo a Collformic, en el Parque Natural del Montseny. A las cuatro de la tarde llegamos a la zona y aparcamos en una explanada que hay junto al Pla de l´ Asse Mort, un prado a unos diez minutos de subida si partiésemos caminando de Collformic.

Caminamos por los prados hacia un lugar donde acampar. Tengo pensado un lugar, consistente en un pico que desde aquí se llega con poca subida, pero que visto desde la carretera de acceso a Collformic tiene bastante pendiente. Para acceder al pico, llamado Cucurull y de 1241 metros de altitud, tras caminar por prados hay que caminar por un cresta de tramos rocosos. Ésta comienza al coronar el pico llamado Turó del Faig de la Mola, de 1244 metros de altitud. Son rocas afiladas que intentamos esquivar buscando algún tipo de sendero alternativo, ya que la Alba no está acostumbrada a este tipo de terreno.

Accedemos al pico tras una entretenida aproximación. El cortavientos que presenta normalmente, consistente en un montón de pizarras bastante alto, está derrumbado.  Puede que le haya caído algún rayo, o que alguien lo haya destrozado. He elegido este lugar para acampar porque tiene muy buenas vistas, y así ver la salida del Sol, aunque los macizos del Matagalls y del Turó De l´ Home-Les Agudes eclipsan al horizonte.

Nos sentamos junto al cortavientos a charlar y contemplar el paisaje unas cuantas horas. Hay mucha vegetación, se nota que estamos en primavera. Una mariposa de coloración naranja y marrón vuela junto a nosotros y se detiene. La fotografía de cerca hasta que se asusta y echa a volar, y vuelve a parar cerca nuestro. Desde este punto estratégico se ven las tres unidades que forman el macizo del Montseny: La Calma, el Matagalls. y el Turó de l´ Home-Les Agudes. Se intuye la cruz del Matagalls a simple vista, pero es con los prismáticos cuando la aprecio bien, y puedo observar una especie de mesa que la acompaña y un vértice geodésico.

Se escucha el cantar de los pájaros y le digo a la Alba que cierre los ojos y que se armonice con el entorno, y tras varios intentos sólo hay risas. Ella me enseña una planta aromática que hay junto a nosotros. El tiempo va pasando, y decidimos comenzar el regreso buscando donde acampar, ya que ese era el objetivo del paseo de esta tarde. El lugar debe de quedar resguardado, ya que está prohibido acampar, y estar cerca de un sitio desde el cual podamos ver mañana la salida del Sol.

Si acampamos en la cima se nos ve desde la carretera, desde Collformic y desde la pista de acceso al Pla de l´Asse Mort, situado en la Calma, donde estamos aparcados. En la cresta hay dos pequeñas zonas de unos dos o tres metros donde poder plantar la tienda,  pero es bastante engorroso trasportar el material hasta ahí debido al tramo de cresta rocosa, además de estar expuestos al viento y estar ubicados en un mal lugar si se produce una tormenta eléctrica.

Decidimos acampar en los prados e ir caminando antes de que amanezca hasta la cresta, desde la cual podremos ver la salida del Sol igual de bien que desde el pico, el cual está algo más alejado y por tanto es más engorroso transportar todo el material hasta él. En los prados, aparte de la hierba de la cual se están alimentando unas ovejas, hay muchas ?falgueres?, o helechos. Hay pequeños arbustos dispersos en el prado, algunos de ellos con formas que llaman la atención. Nos fotografiamos con las ovejas, las cuales tienen grandes campanas que suenan, y seguimos bajando hasta el coche.

El sol está enrojecido, cuando nos disponemos a cenar junto al coche. Hemos estado más de cuatro horas en nuestra excursión a un pico cercano, a un par de centenas de metros de distancia, y un desnivel de unas cuantas decenas de metros. La cena tiene lugar en el suelo, y consiste en jamón, salami y pan de payés. La puesta de sol nos la tapa una montaña, simplemente hemos podido ver el sol rojo antes de bajar hasta el horizonte y desaparecer hasta mañana.

Cogemos todo el equipo y comenzamos a subir a un ritmo bueno a través de los prados, con el temor de que por la pista aparezca algún coche de los guardas forestales y nos vea cargados y anocheciendo en dirección al monte. Nuestros planes parecen fracasar cuando divisamos a decenas de ovejas que están viniendo por la cresta hacia estos prados. Esperamos un rato, por si aparece algún pastor y nos dice algo sobre nuestra intención de acampar. Tras meditarlo, seguimos subiendo, y cambiando el lugar elegido anteriormente, cercano a un pico poco marcado y de cima rocosa diferente al del cortavientos, llamado Turó del Faig de la Mola, pero de camino a éste. Estamos acampados en el llamado Serrat de Puigventós.

Dejamos los trastos en el prado. La Alba se queda esperando mientras yo doy una vuelta en busca de un mejor lugar para acampar, y alejado del paso de las ovejas, que se cuentan a decenas y deben de superar el centenar. Acompañado por el concierto de las ovejas, las cuales utilizan como instrumento musical su campanilla, encuentro un lugar apartado del camino de peregrinación de los animales. Es un rincón de mundo ideal para acampar. Consiste en un trozo de prado de unos tres por tres metros, con un árbol, vegetación y rocas alrededor, de manera que no se nos ve, estamos cerca del coche, lejos de la civilización, y tenemos buenas vistas.

Regreso hasta la Alba y los bultos, y caminamos hasta el lugar de la acampada, mientras continúan apareciendo ovejas, cada vez hay más. Montamos la tienda ya prácticamente a oscuras sin necesidad de utilizar todas las piquetas ya que dentro de unas horas la desmontaremos. Debido a que acampamos cerca del coche y no tras realizar una larga excursión, me he permitido el lujo de traerme mi almohada y una manta para mayor comodidad. Tras montar la tienda, meter las cosas, estirar las esterillas, la manta y los sacos, nos acostamos, deben de ser pasadas las nueve aproximadamente. Fuera parece haber luz, la noche no es completamente cerrada y la luna creciente nos vigila desde la lejanía.

Durante la noche se agradece el dormir bajo una manta y con la cabeza sobre una almohada. Fuera de la manta y del saco hace frío, debido a que estamos a más de 1200m de altitud y aun no ha llegado el verano. La manta la ponemos bajo nuestros sacos, encima ponemos éstos, y la otra mitad de manta sobre los sacos, de manera que estamos envueltos por ella, y nos protege del frío del suelo y del aire. Por la noche me despierto. Se escucha un fuerte viento, y parece que llueve algo por lo que escucho. También me parece ver dos rayos. Nadie sabe ni sabrá si es un sueño o si es real, lo cierto es que lo he visto y oído pese a que al amanecer está todo seco.

Antes de las seis de la mañana ya hay luz. Salimos abrigados los dos bajo la manta hacia la cresta con la intención de ver el Alba, pero de Alba sólo veo una, es mi novia y compañera de acampada. El cielo está algo rojizo pero nada más, ya que lo que debe de estar verdaderamente rojo y con el sol saliendo es el horizonte, el cual está tapado por dos macizos, el del Matagalls y el del Turó de l´ Home y les Agudes. Estoy tiritando pese a estar bajo la manta junto a la Alba. Regresamos a la tienda y empezamos a recoger las cosas y la desmontamos. ¡Qué frío!

Regresamos al coche por los prados, todavía no es completamente de día. A les seis y media o así ya estamos en el coche dispuestos a almorzar abrigados con la manta, ya que el polar y la chaqueta que he traído para los dos no son suficientes para vencer el frío a estas horas de la mañana. El desayuno consiste en croasanes rellenos de chocolate, ummm que ricos, así como zumo de naranja. Permanecemos en el coche a la espera de que salga el sol y vaya subiendo la temperatura.

A las ocho aproximadamente ya parece una hora adecuada para bajar a Collformic, y en varios minutos ya estamos aparcando ahí. Sólo hay un coche, que debe de ser de alguien del restaurante, de manera que somos los primeros en partir hoy desde Collformic hacia el Matagalls. El otro emblemático punto de partida es Sant Marçal.

Esta es mi octava ascensión con éxito al Matagalls, siete de las cuales son partiendo desde Collformic, y una subiendo desde Sant Marçal. También tengo el honor de contar con tres intentos de cima no conseguida. La Alba cuenta con una ascensión y dos intentos fallidos. Ésta será la segunda vez que la Alba haga cima, aunque las condiciones van a ser diferentes a la anterior, en la cual nos hundíamos en la nieve hasta una profundidad de casi medio metro en los alrededores de la cima, y en menor profundidad durante el resto del ascenso.

A las ocho y media comenzamos a caminar, nos quedan tres horas por delante hasta la cima, la cual puede subirse en una hora a buen ritmo. La Alba se pone crema de protección solar, yo no me pongo, ya que nunca lo hago por no gustarme ésta. Comenzamos a subir las escaleras, pasando por el monumento dedicado a los asesinados en una guerra carlina en este lugar. Llegamos a una pista, desde la cual hay que elegir entre un sendero que pasa por un bosque y terreno rocoso o ir hacia la derecha por pista. La primera opción es la normal, más corta y más cansada, parte de la antigua marcha Matagalls-Montserrat, que desde hace unos años comienza en Collformic debido a motivos medioambientales.

Elegimos la segunda opción ya que la Alba no es fan del excursionismo y si se cansa pronto no va a querer llegar hasta arriba, como ya ha pasado en dos ocasiones en esta misma ruta. Pasamos junto a un árbol enorme y junto a la masía habitada más alta del Parque Natural del Montseny, llamada Sant Andreu de la Castanya. Unos perros nos ladran, a la vez que un cachorro juguetón se nos acerca. Le comento a la Alba que debe de ser bonito vivir en el campo, y vivir de él. Le fotografiamos, y continuamos con la ascensión. La Alba ve un conejo cerca de los cultivos y mientras lo busco yo diviso a otro. Los dos corren mucho y desaparecen entre la vegetación.

Continuamos por la pista y un hombre en un vehículo todo terreno con un perro detrás nos adelanta. Nos saludamos con el brazo. La Alba me fotografía junto a un cartel de prohibido hacer fuego en el cual pone ?sanciones de 5.000 a 500.000 ptas?. Hoy estreno el sombrero de paja y ala ancha que cogí hace poco en la feria de muestras de las fiestas de la Ascensión en Granollers, con el distintivo ?Caja de Extremadura?. Al llegar al cruce con el sendero de la marcha Matagalls-Montserrat, que es el camino que hemos rechazado antes, tomamos a la derecha para subir por éste. Siguiendo por la pista se llega a Sant Segimon y al Turó d´ en Bessa. A través del sendero vamos ganando altura entre baja vegetación.

El sol brilla y el cielo está despejado a nuestras alturas, mientras que abajo y a lo lejos hay nubes blancas y grises con mala pinta. Desde el Pla de la Barraca divisamos en la cima del Turó d´ en Besa un coche todo terreno blanco estacionado, junto a la casita de telecomunicaciones, es el del señor y el perro que nos adelantaron, los cuales están a punto de alcanzarnos a pie.

Comenzamos la subida más fuerte de la excursión, se trata de la subida al Turó Gros. En esta subida la Alba pide una parada de descanso en tres ocasiones, y las vamos haciendo, ya que le prometí que no lo pasaría mal. De esta manera nos adelantan el señor mayor, su perro, y más tarde, el primero que debe de haber partido desde Collformic si nos exceptuamos nosotros. El perro camina babeando, con la lengua fuera y sacando humo por la boca. La última de las tres paradas tiene lugar en el único lugar con sombra, proporcionada por unas rocas por las que pasamos debido a que nos hemos desviado más a la derecha de por donde transcurre el sendero normal. Me doy cuenta de que mi sombra se parece a la de Freddy Krueger debido al sombrero, y pongo los dedos como imitación del mítico personaje de terror, y fotografiamos mi sombra, análoga a la del protagonista de Pesadilla en Elm Street.

Superado el Turó Gros, desde el cual se ven los prados donde hemos acampado a menor altura así como el pico del cortavientos en primer término, el sendero es llano hasta que comenzamos a descender hacia dos fuentes, ya que estamos casi sin agua. La Font de la Rosa tiene muy poco agua, mientras que la Font Freda, con un libro por el cual mana el agua, está seca. Coloco la botella junto al caño y tarda bastante rato en llenarse debido a la poca cantidad de agua que brota de esta fuente. Tras los minutos de llenado de botella, bebemos el agua fresquita y natural. Hay varias lagartijas tomando el sol en unas rocas y las fotografío.

En vez de deshacer lo andado hasta volver al sendero de ascenso al Matagalls, lo cual significa retroceder, avanzamos hacia arriba campo a través fácilmente, ya que el terreno está con poca vegetación y la pendiente no es muy fuerte. Nos pasa muy cerca una avioneta blanca la cual me cuesta fotografiar. En la cima hay gente  y de ella baja gente hacia Collformic. Uno de los que bajan le dice a un compañero suyo: ?con las manos en los bolsillos vas perfecto, si te tropiezas no te romperás el reloj?. Mientras estábamos en las fuentes nos han adelantado unas cuantas personas y las demás deben de haber subido desde Sant Marçal.

Al acercarnos a la cima, fácilmente reconocible por una gran cruz, un monumento con forma de mesa y un vértice geodésico, vemos a cinco vacas junto a ella. Vamos a ver  las cinco vacas. Tres vacas son adultas y dos no lo son. Son una hembra y un macho los animales más pequeños. La Alba toma unas fotos mientras yo miro a los animales de cerca, ella no viene porque le da miedo. De los animales a la cima hay unos diez metros. Tras la observación faunística y la sesión fotográfica, alcanzamos la cercana cima.

En la cima hay unas diez personas sentadas en varios grupos distintos. Nos sentamos y le doy el premio por haber subido a la montaña, consistente en una bolsa de ?Apetinas?, como estaba pactado. Ella me da una bolsa de kikos que están muy buenos. Tras el aperitivo contemplamos el paisaje con los prismáticos. A un lado se ve desde Tagamanent hasta Vic y los Pirineos, pasando por Centelles y la pared del primer tramo de la vía ferrata Baumes Corcades, el segundo tramo de flanqueo y el tercer tramo rocoso y de vegetación. Al otro lado Viladrau y ?cingleres? de la zona de Sau. Da la casualidad que están realizando la vía ferrata Japallas, Jordi, Sigrid, Joan , y Cat, junto a otras personas que no tengo el placer de conocer. La Alba se entretiene contando las piscinas que encuentra en Viladrau con los prismáticos. Al otro lado están Les Agudes y el Turó de l´ Home. En les Agudes se ven dos personas en la cima, y además la gran cruz.

Partimos de la cima, a la cual hemos llegado a las once tras tres horas de ascenso, y nos dirigimos hacia Sant Segimon por la cadena montañosa de más a la derecha si nos situamos de espaldas al Turó de l´ Home. Tras un rato de caminar abandonamos la cadena, bajando por un prado en dirección a la cadena vecina. La Alba se tumba en el césped. Pasamos junto a una fuente que parece un Belén llamada Font del Matagalls. Llegamos a una cadena que si que parece ser la que va a Sant Segimon, y que es vecina a la del Turó Gros. El descenso al valle y posterior subida al Pla de la Barraca se prevé complicado y tras comenzarlo, consigo que la Alba acceda a ir a Sant Segimon y de ahí al coche.

La excursión trascurre por lo alto de la cadena, siendo una cresta ancha y nada agreste, normalmente de prados aunque se pasa cerca de algún bosque. Tras llegar a una cima cubierta de hierba llamada Turó de Collsaprunera, se nos presenta una bajada a una cima parecida llamada Turó de Sant Miquel, desde la cual aparece de repente, y abajo, la ermita de Sant Miquel dels Barretons, en la cual vivía el santo con sus sombreros que prevenían el dolor de cabeza. También hay dos cabras que como no tengan mucho cuidado se van a despeñar. La bajada desde la ermita hasta las ruinas de Sant Segimon, un antiguo hotel, es a través de un estrecho sendero accidentado y de fuerte descenso. Me resbalo muchas veces,  la Alba no.

Aparecemos en Sant Segimon, junto a la cueva en donde está ubicada la imagen del santo a tamaño real. Son las dos y cuarto, hace tres horas y cuarto que hemos llegado a la cima del Matagalls. Una mujer nos vigila, e realidad no se puede entrar porque está en obras pero accediendo desde la montaña no hay cartel de prohibición, por la pista sí. Pasamos junto a un caballo y tres perros que nos miran, mientras la mujer nos dice que ?los forasteros sois vosotros? cuando le digo a la Alba que los perros nos miran. Tras pasar el cartel de ?prohibido entrar a toda persona ajena a la obra? dejamos atrás a Sant Segimon y a su guardiana, así como a los animales.

Nos queda una hora y media de pista forestal de prácticamente ningún desnivel para charlas sobre asuntos varios y así hacer menos largo el tramo psicológicamente hablando, ya que son las dos y pico de la tarde,  hace mucho sol, y tenemos la comida en el coche. Le comento mi intención de escribir mi primera novela y presentarla al Premio Desnivel de Literatura de montaña, aventura y viajes, y me dice que siempre estoy en las nubes, que baje a la Tierra. El premio consiste en la publicación del libro y seis mil euros en concepto de derechos de autor, y lo tengo pensado hacer sobre el Camino de Santiago, del cual ya tengo un relato de más de cien páginas sobre mis vivencias en él.

La pista transcurre por la falda del macizo del Matagalls, a tramos al sol y alguno por el interior de bosque. Hemos adelantado a una pareja, mientras un grupo de gente joven cargada con esterillas y demás les preguntaban que por donde se llega a Sant Segimon. Pobrecillos, pues después de la caminata la mujer no les va a permitir entrar. Al llegar al cruce con el sendero de la Matagalls-Montserrat, la Alba quiere seguir por la pista hasta el coche pero la convenzo para bajar por el sendero ya que de bajada no cansa tanto y nos ahorramos mucho tramo de caminar. Hace mucho sol y la Alba ya se está poniendo la piel rosada por ir en tirantes.

A las tres y media de la tarde llegamos al coche, y comemos junto al aparcamiento, en un banco de piedra grande y con sombra. Enfrente está el camino que baja a una fuente a través del bosque. La comida consiste en pan de payés, atún, fuet, lentejas y olivas. Ella se decanta por el pescado y el embutido, y yo por las lentejas y por sucar aceite del atún. Las olivas las compartimos ya que nos gustan mucho, y la lata la consumimos en su totalidad sin dificultad. Abandonamos Collformic y de camino a Granollers paramos a visitar Sant Esteve de Palautordera. Se trata de una población ubicada al pie del macizo que consta básicamente de casas dispersas y de un pequeño núcleo. En el núcleo visitamos el exterior de la iglesia del pueblo, con un rincón en el patio interesante para fotografiarnos. La calle principal de la localidad es la carretera, y está cortada por obras.

A las seis de la tarde damos por finalizada la aventura en el billar de su casa, una afición común,  cosa que no sucede con el excursionismo. Así finalizan los dos días de contacto con la naturaleza en el macizo del Montseny, con acampada y subida al Matagalls. Estoy contento porque la acampada ha ido bien, he encontrado un buen sitio, lo de la manta y la almohada han sido buenas ideas, no han habido insectos molestando como en nuestro vivac del verano pasado en el Pla de l´ Asse Mort ( a unos cincuenta metros del coche, en un prado ), y sobretodo por haber conseguido que la Alba esté todo el día andando y haya subido al Matagalls y caminado hasta Sant Segimon...

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito




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