ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeRExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR
 Zodiaco Zodiaco
Estas en » ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR » Archivo de Relatos » December 2006 » La Gran Aventura De Los Torreneules
Saturday 9 de December de 2006, 00:00:00
La gran aventura de los Torreneules
Tipo de Entrada: RELATO | 9 Comentarios | 3580 visitas

Ascensión al Cim de la Coma del Clot o Torreneules Gran (2726m) y al Torreneules o Torreneules Petit (2711m) desde Nuria. Descenso por el solitario Valle de Coma de Vaca y por el Valle del Freser hasta el refugio Manelic o Coma de Vaca (1995m) y de ahí al pueblecito de Queralbs (1225m). Todo ello acompañado por las condiciones meteorológicas adversas previstas. Hemos partido Narhinan (Félix), Droguero (David) y Zodiaco (David) junto a seis componentes de la recién creada Asociación Alpina Herederos de Mozaranga (Mallory, Alex, Ia, Montse, Sebas y el taxista Martini). Un cúmulo de circunstancias provoca que las tres últimas horas de excursión sean nocturnas, tanto para David, como para Félix y para mí.

Droguero, Félix, Montse,Mallory, Zodiaco y Alex en el Cim de la Coma del Clot (2726m)
[+] click para ampliar

Droguero, Félix, Montse,Mallory, Zodiaco y Alex en el Cim de la Coma del Clot (2726m)
Droguero bien abrigado al comienzo de la excursión
[+] click para ampliar

Droguero bien abrigado al comienzo de la excursión

Estamos a ocho de diciembre de 2006. Es el día escogido para el estreno de Droguero (David) en los Pirineos. Hasta hoy, cuenta con una ascensión, el Matagalls (1699m, macizo del Montseny), realizada conmigo y Alba el pasado mes de octubre. Aquel día, al anochecer, quedamos con Mallory y su tropa, es decir, con los herederos de Mozaranga y la princesa Tapezkawike, para observar la Luna llena con varios telescopios desde los prados del Pla de la Calma (macizo del Montseny) en una sesión astronómica sin precedentes. Hoy, por tanto, es la primera excursión que hacemos con la Asociación Alpina de los Herederos de Mozaranga y el estreno de David en los Pirineos. A todos nosotros se ha unido Narhinan (Félix), el cual fue  compañero en mi última aventura en los Pirineos: la ascensión a la Pica d´Estats el pasado mes de septiembre. Se da la circunstancia que encontrarnos Félix y yo es sinónimo de excursión de diez o doce horas; hoy no va a ser una excepción.

 

La primera de las múltiples anomalías de hoy es que me he de levantar a las cinco y media para dirigirme a una excursión que comenzará cerca de las diez de la mañana. A las seis de la mañana me dirijo a Granollers y me encuentro con Droguero, apodado así porque cuando éramos reponedores en el Corte Inglés él era el encargado de reponer la sección de droguería. A las siete y media recogemos a Félix en la Gleva, en una gasolinera que hay pasada una rotonda, en el punto kilométrico  69 de la C-17. A las ocho y media de la mañana llegamos a Queralbs (1225m), donde dejamos el coche y nos equipamos para la excursión. Tras varios intentos, los herederos de Mozaranga no han cedido a coger el primer cremallera a Nuria (7:45), de manera que cogeremos el segundo (8:50), comenzando la excursión a una hora bastante tardía para ser diciembre. Desde la estación del cremallera de Queralbs observamos un taxi de Barcelona (por la coloración amarilla y negra) con gente. Deducimos que son parte de los herederos de Mozaranga ya que uno de ellos es el taxista Martini.

 

Los herederos de Mozaranga hacen acto de presencia en la estación y nos saludamos. La princesa Tapezkawike no ha venido, por lo que el amable señor Droguero, o señor de las drogas como le denomina Mallory, se lamenta. De todas formas, Mallory comenta que la honorable princesa nos ha dado su gashan, algo así como su protección. Adquirimos los billetes de subida del cremallera. Los vales 2X1 que tenemos los dos David por ser poseedores del carne joven, hacen que el atraco sea menor: por 8,60 euros, tenemos dos billetes cada uno. Los dos David, Félix y Mallory somos los beneficiados. Alguna ventaja tiene que tener ser menor de 26 años. Las agujas del reloj no descansan; el tren cremallera aparece con retraso mientras el día sigue su curso. En veinte minutos, el hasta hace poco único tren cremallera del estado español nos deja en Queralbs, a un módico precio de más de 25 euros la hora, ahí es nada. Nos disponemos a cambiar de medio de transporte: es el turno del telecabina. En el interior del telecabina ganamos altura, hasta llegar al albergue llamado Pic de l´Àliga. Un hombre ataviado con ropa de esquiador se ha equivocado de lugar: en el valle de Nuria no hay nieve y las pistas de esquí están cerradas.

 

Entre pitos y flautas son las nueve y media y aún no hemos comenzado a caminar. Félix tiene unas ganas terribles y Droguero también está ansioso por comenzar a ganar altura en el Pirineo. Mallory saca su trípode y nos toma una fotografía a todo el grupo mientras llueve. En Queralbs no llovía pero al bajar del cremallera sí. Pese a que la idea inicial es ascender al Torreneules, Félix comenta que le gustaría ascender al Cim de la Coma del Clot, también llamado Torreneules Gran, de manera que lo incluimos en nuestros planes. En un primer momento, caminamos por un sendero y el grupo está estirado. Al poco rato, Alex, guiado por su Global Position System, nos saca del sendero, acabando todos en un lugar poco adecuado; es el primer error del día. Hemos dejado el sendero para afrontar una ascensión directa, nada adecuada teniendo en cuenta que en el numeroso grupo hay personas inexpertas y no habituadas a las pendientes de los Pirineos. Se lo comento a Mallory y tampoco le gusta un pelo el itinerario escogido.

 

Las previsiones meteorológicas adversas previstas se cumplen. Comienza a nevar y el viento azota con fuerza al estar en una zona expuesta; los copos de nieve impactan contra nuestros cuerpos a gran velocidad. Droguero y yo nos paramos para abrigarnos: gorro de lana, tapa cuello y capucha. Aviso al grupo de que en el valle de Nuria hay un arco iris; es el primero que veo mientras nieva. El grupo se estira hasta tal punto que Mallory anda en la parte trasera con un walki talkie y Alex en la delantera con otro. El viento es terrible y dificulta el movimiento. Los primeros del grupo se han refugiado del fuerte viento tras unas rocas del fuerte viento; el resto vamos llegando poco a poco al improvisado refugio. Droguero y yo nos comemos unos croasanes rellenos de chocolate mientras el resto del grupo retoma la ascensión a través de una serie de picos sin nombre el lugar de ir por el sendero. Hay demasiada prisa para mi gusto. Droguero está disfrutando de su primera aventura en tierras pirenaicas.

 

La exposición al brutal viento convierte la subida en pésima; temo salir volando en cualquier momento. Llegamos a una cota con una vara metálica en la que hay representada la figura de un santo, parecida al oratorio de la cima del Torreneules. No es un buen lugar para parar, pero ahí estamos. No funciona la cámara de fotos de Mallory ni la mía; los dos David nos quedamos con ganas de que Mallory nos haga una foto junto al oratorio metálico. La ascensión directa del GPS finaliza en una extensión horizontal. Ahí vemos por primera vez los dos Torreneules, separados por un marcado collado situado a unos 200m por debajo de ambas cimas. El Cim de la Coma del Clot tiene mayor altura, en cambio, el Torreneules (Petit) tiene una forma más abrupta; su pirámide somital es provocativa. No es una cima “arrodonina” ni un “cim de vaques”, en contraste con el resto de picos de la Olla de Nuria. Su forma es más cercana al Gra de Fajol o al Pic de l´Infern. Sus expuestas y verticales laderas son una gran fuente de atracción.

 

Nos reunimos en ese punto y Félix comenta las dos posibilidades: ascender al Cim de la Coma del Clot o bajar al collado que separa a los Torreneules y esperar al resto del grupo. Es el punto final del grupo de nueve personas. Mientras los dos David comenzamos a ascender el mayor de los Torreneules, el resto desciende hasta el collado. La ascensión de los dos David tiene lugar por una tartera. Droguero no está acostumbrado, es la primera a la que se enfrenta. Nuestro ritmo es lento debido a que en cada paso retrocedes medio, así como a la poca experiencia de David. Le llevo la mochila para que le cueste menos ir ganando altitud. Flanqueamos por la tartera en busca del sendero que viene del collado de los Torreneules y en él nos encontramos con los que están ascendiendo al pico desde el collado. Finalmente, somos seis los presentes en la cima y tres los que están refugiados a sotavento, cerca del collado.

 

Los dos David, Félix, Mallory, Alex y Montse (si no me equivoco) podemos disfrutar en la cima de excelentes vistas gracias a un regalo de la madre naturaleza, en uno de los pocos momentos del día con buena visibilidad y con presencia del sol. Droguero disfruta de unas vistas de alta montaña a más de 2700m de altitud por primera vez. A parte del récord de altitud, la hazaña es más meritoria si se tienen en cuenta las condiciones en que hemos realizado la ascensión; muchos ni hubiesen patido de Nuria. Alex también tiene trípode y nos tomamos una fotografía los aquí presentes. En el valle de Coma de Vaca hay más nieve que en la zona de Nuria, así como en el Valle del Freser, al estar más resguardados del sol.

 

Es la segunda vez que corono el Cim de la Coma del Clot. Hace unos meses, en verano, ascendí con Javier y mi hermana Ana desde Nuria al collado de Noucreus y desde ahí por una carena fuimos coronando varios picos hasta llegar a aquí. En aquel entonces el Torreneules Petit no era un objetivo, simplemente lo queríamos coronar para contemplar el paisaje desde su cima; al ser el pico más retirado de la zona de Nuria imaginamos que debe tener excelentes vistas. Al comenzar el descenso hacia el collado de los Torreneules, el pequeño se cubrió completamente y lo dejamos estar, ya que ascenderlo para no apreciar nada arriba no nos hacía ninguna gracia. Hoy es diferente; hay que ascenderlo porque es nuestro objetivo; porque está ahí. No hay que buscarle más motivos, pues no los hay. Desde arriba no vamos a ver absolutamente nada a día de hoy.

 

Félix, que no ha ascendido nunca a este pico ni al Puig de Fontnegre, comenta que quiere ir a coronar este último. Mientras desciende hacia él, Mallory y sus secuaces descienden hacia el collado. Droguero y yo nos quedamos en la cima controlando el buen hacer de Félix, sobradamente capacitado para salir victorioso de la empresa. Los dos David aprovechamos el tiempo para almorzar unos croasanes de chocolate, así como para mezclar una lata de Fanta de naranja con unas gotas de ginebra de mi petaca. A la cima llegan tres montañeros que se han cruzado con Félix, los únicos presentes en la zona. Tenemos una breve conversa con ellos. Mientras, Félix ha cumplido su objetivo y regresa de coronar el pico que pretendía.

 

No he caído en que para ir al collado de los Torreneules Félix no tiene por qué ascender el pico, puedo flanquear directamente la montaña por la ladera. Este error provoca que Félix alcance el collado y emprenda la ascensión al Torreneules Petit mientras Droguero y yo aún estamos comenzando el descenso del Torreneules Gran. En cambio, Mallory y sus secuaces se encuentran en la cima del Torreneules Petit. Félix no se ha percatado de que David y yo estábamos esperándole en el Torreneules Gran, se ha imaginado que era los tres con los que se ha cruzado, aunque discernía cuatro siluetas, siendo cinco los presentes en la cima. El error nos condena a los dos David a la soledad hasta dentro de unas dos horas y media que tardaremos en llegar al refugio de Coma de Vaca.

 

 

Droguero y yo llegamos al collado. La visibilidad se ha vuelto a reducir y no vemos a nadie cerca; lejos es imposible discernir algo. Dejamos las mochilas en el suelo y emprendemos la ascensión, nevando, a través del reino de las tinieblas. Al cabo de pocos minutos nos cruzamos con los seis herederos, descienden de la cima. Nos dicen que nos encontraremos en el refugio de Coma de Vaca. De esa forma los dos David somos abandonados y no volvemos a ver a los herederos de Mozaranga. Mallory nos avisa de que tengamos cuidado con el hielo que hay en el tramo final, concretamente en la arista de la pirámide que lleva a la cumbre. Al poco rato nos cruzamos con Félix, que también baja de la cima. Le comento que si acelera en poco tiempo alcanzará al resto del grupo ya que el tiene mejor ritmo y que me han dicho de encontrarnos en el refugio Coma de Vaca. Nos indica que abandonemos la vertiente oeste y nos dirijamos a la arista, de donde viene.

 

Me dirijo con mi discípulo hacia la arista con suma precaución consciente de que ninguno podemos fallar ya que nos hemos quedado solos. De estar disfrutando de las bellas vistas de alta montaña y de unos deliciosos croasanes rellenos de chocolate, pasamos a encontrarnos los dos David en la boca del lobo, ascendiendo entre la niebla, la nevada y el fuerte viento, un pico agreste, pedregoso y con terreno mixto (roca y nieve) en la parte final, así como escarpado. David me comenta que ha escuchado que alguien ha dicho que no vamos a conseguir llegar a la cima porque no tenemos experiencia. De todas formas, ahí estamos, avanzando por la arista que lleva hasta la cima, con poco que ver, ya que nos rodea la niebla. David avanza inseguro ya que no está acostumbrado a estos menesteres y le tengo que ir diciendo donde pisar y donde no. Así, va aprendiendo por donde es más seguro avanzar, y por donde más peligroso. Evitamos pisar nieve o avanzar por los sitios más expuestos a una caída. Si la visibilidad no fuese reducida la inseguridad de David seguramente sería mayor.

 

Voy animando a mi compañero. Le comento que una ascensión así es de las peores cosas que le puede dar el montañismo. Es una lástima que su primera excursión pirenaica tenga tantas adversidades. De todas formas, así es como se aprende y uno se hace más fuerte. Cuando todo va bien o cuando uno no se equivoca, no se aprende tanto como de las adversidades o errores.  Le voy animando mientras nos acercamos a la cima. Debe estar cerca ya que no hay tanto desnivel desde el collado; la maldita niebla aumenta las distancias y magnifica los miedos. Diviso el oratorio que indica la cima al llegar a unos cinco metros de él. Se lo comunico a David pero no está muy convencido. Finalmente logramos coronar el Torreneules. Es una proeza el hacerlo en tales circunstancias para una persona no acostumbrada a estos menesteres ni a las adversidades de la alta montaña. Por desgracia, no podemos disfrutar de las vistas, no se ve nada. Tocamos el poste metálico que hay en la cima; es un oratorio con la figura de un santo. No perdemos el tiempo y comenzamos a descender. Va a ser imposible contactar con los siete que van delante porque el ascenso y el descenso es muy lento ya que no podemos asumir riesgos innecesarios.

 

La bajada es más delicada que la subida ya que el riesgo a resbalar o a caer es mayor. El tramo de arista es lo más delicado por presentar algunas rocas cubiertas por algo de nieve y ser mayor la exposición a una fuerte caída. Una vez la abandonamos, el descenso por la ladera es más seguro. En el descenso de la vertiente oeste la nieve y el viento nos molestan bastante. La nieve comienza a cuajar mientras el termómetro marca un grado bajo cero. Llegada la hora de ir al otro lado de la arista y descender por la vertiente este, quedamos más resguardados de los efectos de la meteorología adversa. Las mochilas nos las encontramos algo cubiertas de nieve recién caída y las sacudimos. Sin perder tiempo, emprendemos el descenso hacia el valle de Coma de Vaca, lugar donde nunca he estado. El camino no presenta señalización de pintura o poste y los hitos son insuficientes; es una característica que aparece en la bibliografía. La nevada nos acompaña por un serpenteado sendero y éste desaparece. Difícilmente, vamos encontrando hitos. David coge una piedra y hace que uno de los montoncitos de piedra sea un poco más grande; más visible. Otras veces tomo el camino con menos nieve o de menor pendiente mientras David sigue mis pasos. No hay  referencias ya que estamos rodeados de niebla y sólo vemos lo que nos rodea.

 

En teoría, al descender por el valle de Coma de Vaca, debemos aparecer directamente en el refugio. En nuestro caso no es así. Sé que bajando, tarde o temprano vamos a aparecer en el río Freser y que entonces deberemos descender valle abajo hasta toparnos con el refugio Coma de Vaca. Aparecemos en el río Freser y el refugio no está hasta donde alcanza nuestra visibilidad. Es un contratiempo que no entra en mis planes. No hemos ido a parar al refugio, sino valle arriba. Es un misterio el por qué, algún día sin niebla tendré que investigar las causas. Es cuestión de seguir el río hacia abajo hasta que se presente el refugio. Divisamos a un hombre con un chaleco naranja fluorescente en la niebla, bastante borroso, en lo alto de la ladera. El descenso por el valle del Freser es penoso debido a la nieve y la falta de visibilidad. Bajamos valle abajo cercanos al río; otras veces ascendiendo a la ladera porque el río es imposible de seguir por la presencia de paredes. Avanzamos por la ladera izquierda del río. No sé si estamos en la falda del Puig de Pastuira o en la del Puig de Fontlletera y tampoco sé como hemos podido ir a parar tan arriba del valle. Encontramos multitud de obstáculos en forma de concavidades de nieve que debemos superar. A mí me duele la rodilla izquierda hace rato y voy cojeando. Debe ser una recaída del daño que me hice en ella en la pasada Matagalls Montserrat de septiembre. Volvemos a ver al hombre del chaleco naranja varias veces. Esta vez mira valle arriba y está junto al río, encajonado. Creemos que es un guarda del refugio que mide la cantidad de nieve, observa la fauna o busca a alguien ya que no parece dirigirse hacia ningún lugar en concreto y mira hacia todas las direcciones.

 

Para ser la primera excursión pirenaica de David no está nada mal. Con dos o tres como esta se vuelve un crack del excursionismo. Hoy está aprendiendo a salir indemne de una mala situación y está respondiendo bien. Además, muestra una gran resistencia ya que nos estamos pegando un buen palizón sin apenas haber parado ni comido. Pasamos junto a una cabaña de piedra bastante grande. Más tarde cambiamos de ladera hasta un círculo enorme hecho de piedras. El refugio sigue sin aparecer, no encuentro explicación. De todas formas, no hay pérdida, se trata de descender por el valle hasta que aparezca. Bajamos una última ladera y aparece una gran extensión plana y bastante despejada de niebla. Se trata de los alrededores del refugio. De improvisto, se nos aparece el refugio. Llegamos a él a las tres y media de la tarde, hora justa para llegar al coche anocheciendo, ya que hay unas dos horas y media de descenso. En el exterior del refugio se encuentra una mujer mirando valle arriba. Me pregunta si hemos visto a un hombre. Le digo si tiene un chaleco naranja y dice que sí. Tras comentárselo, me dice “está vivo”. Me comenta que estaba a punto de llamar a los bomberos para que le buscaran. Se ve que se ha ido hace muchas horas al collado de la Marrana y no ha regresado aún.

 

Me asomo al interior del refugio y están Félix y el guarda; no hay nadie más. Deduzco que los herederos de Mozaranga se han marchado al coche y a casa. Le pregunto a la chica si se han marchado hace mucho y me responde que sí. Así, en el refugio nos encontramos el guarda, que atiende el refugio, David, que tiene que comer y es inexperto en estas altitudes, Félix, un gran montañero, yo y una mujer que está muy preocupada porque el hombre sigue sin aparecer. Se le escapan las lágrimas; Félix le dice que si no aparece en veinte minutos salimos a buscarle. Le comento a Félix que aquel hombre no se estaba dirigiendo al refugio, más bien estaba mirando hacia todos los sitios como si estuviese perdido y que la última vez que lo he visto miraba valle arriba. Entonces se mete en el refugio para equiparse y salir en su búsqueda.

 

Droguero no tiene experiencia como para salir con mal tiempo en busca de nadie y se queda comiendo. Ha dejado de nevar pero persiste la niebla. Mientras Félix se equipa, emprendo el ascenso al valle del Freser en busca de un chaleco naranja temiendo que si el hombre regresa algo alejado de mí no le voy a ver debido a la niebla y voy a subir para nada. Así es. Asciendo hasta el inicio de la subida del Coll de la Marrana, cerca de la base del Bastiments, y no veo a nadie. La niebla ha desaparecido completamente. Félix me ha ido siguiendo y no le he visto ningún gesto, pese a que me ha hecho alguno. Creía que venía detrás buscando al hombre. Debería de haber traído los walkie talkies. Los herederos de Mozaranga si tenían, pero a estas horas deben de estar ya en el coche.

 

Tras dos horas de infructuosa búsqueda, a la puerta del ocaso, llego a las cinco y media al refugio Coma de Vaca. Félix me dice que me ha estado haciendo gestos para que regresara, pero como le veía pequeñito no he podido distinguir nada. El ascenso y descenso me ha acabado de hacer polvo la rodilla y me ha dejado sin descanso y sin comer. Al llegar al refugio me encuentro en una mesa comiendo a la chica, al hombre, al Félix y al Droguero. Mis dos compañeros han sido invitados por ellos a tomar algo de queso y vino. Me invitan pero ya es muy tarde y debemos partir; hay que aprovechar la media hora que queda de luz para abandonar la zona nevada antes de que reine la oscuridad. La chica se muestra muy agradecida y nos quiere regalar su linterna, cosa que lógicamente no aceptamos. Droguero tiene una pequeñita que me gusta aunque con pocas pilas mientras que Félix tiene una más profesional. Yo no tengo pues no contaba con la posibilidad de que se hiciera de noche.

 

Emprendemos el descenso pasadas las cinco y media de la tarde. Los 800 metros de desnivel con la rodilla hecha polvo, cansado, hambriento, con fiebre y a oscuras son terribles. A mi mente viene la experiencia de la Matagalls Montserrat aunque lo de hoy le supera. No sé quien me habrá mandado venir a la montaña. Siempre se quiere lo que no se tiene; en la ciudad sueño con salir al monte mientras que aquí daría cualquier cosa por salir de esta situación y estar en el coche de David o en casa. El descenso por el valle del Freser a oscuras es lento, a parte de que yo no puedo avanzar a gran ritmo debido a la falta de linterna y al fuerte dolor de la rodilla. Es una lástima que David no pueda ver el que es denominado el valle más bonito del Pirineo oriental. Eso sí, el cielo estrellado es bien visible, así como la Vía Lactea, probablemente la única galaxia con montañas nevadas y niebla; dicen que por ahí fuera no hay agua.  Ya podía haber estado el día tan despejado como la noche.

 

El descenso es interminable. La bajada por el interior de un bosque de abetos o pinos negros es si cabe más oscura y sigo la estela de Droguero y Félix. Es hora de cruzar el río Freser gracias a un puente de madera. Al otro lado, Félix iluminando el puente. Alrededor, oscuridad. Cruzar el puente se convierte en una experiencia única, para qué irse al camino del Inca. Por el otro lado del río el camino desciende menos pero la parte final es endemoniadamente rocosa y eso de noche y con la rodilla echa polvo se paga caro. Por fin llega el momento de llegar a la Central eléctrica de Daio de Baix. Una pista de cemento se hace interminable y vamos a parar a la carretera que sube a Queralbs. La carretera hace subida y después de más de once horas de excursión uno no sabe de donde sacar energías para afrontarlo. Droguero aguanta como un campeón y finaliza su primera excursión pirenaica; su primera gran aventura. Llegamos al coche alrededor de las nueve de la noche, hace tres horas que ha anochecido.

 

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito


9 Comentarios
Enviado por Droguero el Saturday 9 de December de 2006

“bueno siempre nos cabe la posibilidad de volver a subir a ver el valle del freser para ver si lo es o no el mas bonito si no hubiese sido por el contratiempo de la cabaña lo hubiesemos visto aunque la vista de las estrellas con cielo despejado era la mas nitida que he visto en mi todo lo demas precioso un poco duro para no estar acostumbrado y lastima del mal tiempo que no nos dejaba ver mas de 30 metros...y el refugio no lo vimos hasta casi no toparnos con el A RECUPERARSE DE LA RODILLA!!!!!!!”
Enviado por Droguero el Saturday 9 de December de 2006

“bueno siempre nos cabe la posibilidad de volver a subir a ver el valle del freser para ver si lo es o no el mas bonito si no hubiese sido por el contratiempo de la cabaña lo hubiesemos visto aunque la vista de las estrellas con cielo despejado era la mas nitida que he visto en mi todo lo demas precioso un poco duro para no estar acostumbrado y lastima del mal tiempo que no nos dejaba ver mas de 30 metros...y el refugio no lo vimos hasta casi no toparnos con el A RECUPERARSE DE LA RODILLA!!!!!!!”
Enviado por Sebas (heredero De Mozaranga) el Saturday 9 de December de 2006

“Zodiaco, nos alegramos que al final esteis todos bien, a pesar de tu rodilla. Estabamos preocupados por vosotros. Recuerdos a Droguero y a Felix. Saludos de los Herederos de Mozaranga. Que la paz de nuestra Princesa Tepezkawite inunde vuestros corazones.”
Enviado por Sebas (heredero De Mozaranga) el Saturday 9 de December de 2006

“Zodiaco, nos alegramos que al final esteis todos bien, a pesar de tu rodilla. Estabamos preocupados por vosotros. Recuerdos a Droguero y a Felix. Saludos de los Herederos de Mozaranga. Que la paz de nuestra Princesa Tepezkawite inunde vuestros corazones.”
Enviado por Joae el Sunday 10 de December de 2006

“Zodiaco mmm.... Bueno, mejor no decir nada
Saludos, jose”
Enviado por Joae el Sunday 10 de December de 2006

“Zodiaco mmm.... Bueno, mejor no decir nada
Saludos, jose”
Enviado por Chus el Wednesday 13 de December de 2006

“hola, soy la chica de lagrimas en los ojos, chus.
Agradeceros una vez más el esfuerzo,
un besito, con sonrrisas, sin lagrimas esta vez.”
Enviado por Chus el Wednesday 13 de December de 2006

“hola, soy la chica de lagrimas en los ojos, chus.
Agradeceros una vez más el esfuerzo,
un besito, con sonrrisas, sin lagrimas esta vez.”
Enviado por Israel el Saturday 15 de December de 2007

“Hola, yo ayer subí al Torreneules pero con mejor tiempo y no tuve esos problemas pero el mismo dia que fuisteis vosotros 8/12/2006 subí al Pic de Finestrelles yo solo y la parte final fue un infierno, niebla, viento y nieve con lo que se me quedó toda la ropa llena de escarcha y en alguna ocasión estuve a punto de perder el equilibrio por el viento, fue un dia que nunca se me olvidará.”


Añadir nuevo comentario
Usuario de Madteam.net No usuario




Vista Previa



 

 
MadTeam.net | Suscribirte a este blog | Creative Commons License Blog bajo licencia de Creative Commons. | compartir este enlace en Facebook