ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeRExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR
 Zodiaco Zodiaco
Estas en » ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR » Archivo de Relatos » January 2008 » Día 23: 02-12-07: O Cebreiro – Triacastela
Friday 18 de January de 2008, 23:22:26
Día 23: 02-12-07: O Cebreiro – Triacastela
Tipo de Entrada: RELATO | 1277 visitas

Donde se deja constancia de las penurias sufridas por ambos para descender del O Cebreiro calados hasta los huesos.

 

 

 

 

 

El segundo día del año amanece nevando, con bastante nieve virgen acumulada en el exterior durante toda la noche (ayer al llegar no había nieve). Por ello me alegro de haber alcanzado ayer esta cota. De todas formas, la nevada nos va a molestar en la bajada aunque a los pocos kilómetros ya no nieva, sino que la precipitación es en forma de lluvia debido a la pérdida de altitud. Abandonamos el albergue temprano, a las ocho y media, alumbrados por las linternas. Tomamos la carretera, por donde ha pasado la máquina quitanieves por lo que no tiene nieve mientras que ésta se acumula en el arcén. Después de un descenso afrontamos el Alto de San Roque (1270m). En un pueblo nos metemos en la senda pero es muy complicado por el tema de los charcos y regresamos a la carretera por donde avanzamos mucho mejor. Más adelante coronamos el Alto del Poio (1335m) habiendo nevado hasta aquí durante un rato. En el alto hay un bar donde coincidimos con el francés y ambos se toman un café.

 

A partir de este lugar nos espera un descenso largísimo hasta Triacastela, a unos 21km de O Cebreiro. Nuestro objetivo es alcanzar hoy Sarriá (39km) pero va a ser del todo imposible debido a la lluvia. Se trata de un descenso por carretera (más larga que la senda) afrontando a veces unas fuertes rachas de viento y en la mayor parte del tiempo bajo una interminable lluvia. Yo camino a mi ritmo y él al suyo por lo que a veces debemos de andar a unos quinientos metros de distancia. En un momento que para de llover veo el Arco Iris caer sobre unos prados. Galicia es muy verde y bonita según he visto hasta ahora y seguiré viendo durante el resto del viaje. El tiempo pasa, la lluvia se acentúa. Camino con un simple chubasquero de sesenta céntimos del todo a cien bajo una intensa lluvia. Lo paso mal, tengo las manos heladas, ya no siento algún dedo. Los guantes de lana me los he tenido que sacar porque están calados. En una especie de parada de autobús espero a que llegue Santiago y hacemos un último tirón hacia Triacastela. Alcanzo el solitario albergue (no hay ni hospitalero) sobre las dos de la tarde mientras que Santiago llegará al cabo de un cuarto de hora.

 

Desde las dos del mediodía hasta la hora de dormir no podemos hacer nada más que descansar ya que no cesa de llover en todo el día. Por la tarde aparece el hospitalero y una peregrina que salió en julio desde Berlín y que ahora está regresando hacia Berlín desde Santiago también caminando en su año sabático. Aprovecho para escribir mi diario de viaje (voy retrasado) y para leer bastantes páginas del Quijote que hasta ahora ha sido básicamente un trasto inútil en mi mochila. También llamo a Alba, a quien comento con cierta malicia que mientras ella trabaja yo estoy en la cama leyendo. Tenemos todos los radiadores repletos de prendas de ropa secándose. Desde el interior del albergue se escucha la lluvia, y desde el pasillo se ve porque la entrada es de vidrio en vez de pared. El albergue ha ganado un galardón de arquitectura según refleja una placa. A partir de mañana los albergues de Galicia pasan de ser gratuitos a costar tres euros para gastos de mantenimiento.

 

Después de haberlo pasado tan mal bajando durante tantas horas lloviendo, empapados hasta los huesos y helados, como he comentado ha sucedido una tarde de reposo, escritura y lectura. Todo ello sabiendo que en esos momentos tendría que estar avanzando hacia Santiago, pues aún estoy a 128km de allí y mañana ya es día tres de diciembre. Teniendo en cuenta que hay un día de viaje a Barcelona (17 horas de bus o de tren), debería culminar el camino el día cinco, dentro de tres días, nada bueno teniendo en cuenta la multitud de kilómetros  que aún quedan por recorrer y la previsión de seguir lloviendo durante los próximos días. Santiago tiene un par de días más de margen para llegar hasta allí (7 de enero) por lo que a él no le afecta tanto como a mí el hecho de descansar tras una jornada de “sólo” veintiún kilómetros cuando lo planeado inicialmente eran 38km. Para compensarlo, le comento de alcanzar mañana Sarriá (donde teníamos que haber llegado hoy, a 17km de aquí) y luego realizar la siguiente etapa hasta Portomarín, es decir, 41km en total aunque quizá para él (o para mí) sean demasiados kilómetros, más aún en esta época del año en la que las horas de luz no son muchas. De ilusiones también se vive…

 

 

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito



Álbums de Fotos relacionados:



Añadir nuevo comentario
Usuario de Madteam.net No usuario




Vista Previa



 

 
MadTeam.net | Suscribirte a este blog | Creative Commons License Blog bajo licencia de Creative Commons. | compartir este enlace en Facebook