Friday 1 de August de 2008, 09:05:33

2 Comentarios

Durante un soleado día de verano, l´ Avi Jordi me lleva por los lugares más entretenidos de la zona, para posteriormente ascender al Montcau desde la Font del Llor a través de una ruta ideada por él. Desde el Coll d´ Estenalles (870m) al Montcau pasamos por Els Cortins, Coll d´ Eres, Canal del Llor, Font del Llor, Coll de Finestrelles y cinturón del Montcau.

Una excursión de cinco horas de duración y más de 800 metros de desnivel positivo acumulado está a punto de comenzar. A las 9 de la mañana, parto junto a l´ Avi Jordi desde un aparcamiento del Coll d´ Estenalles, situado en la carretera que va desde Terrassa hasta Mura y Talamanca (BV-1221). Pese a ser Sant Llorenç de Munt i Serra de l´ Obac un parque natural bastante cercano a Barcelona, sólo he realizado una excursión en el mismo. En aquella ocasión, Jordi me llevó por los alrededores de La Mola (1095m), punto culminante de estas montañas. Habría que añadir que, durante la Matagalls – Montserrat, atravesé una parte del parque, pero en tal día andaba cabilando sobre asuntos de dicha caminata en vez de centrarme mentalmente en el lugar donde estaba; psicológicamente estaba en otro mundo.

Prácticamente al inicio, el gran maestro ya opta por dejar el cómodo sendero para avanzar sobre una roca formada por conglomerado. Diríase que variopintas piedras de formas bastante esféricas se hayan adheridas a una masa asimilable a cemento, la cual mantiene todo unido. Cuando te agarras a dichas piedras dudas por un momento si aguantará o si se va a quedar en tu mano, pues parecen estar bastante sueltas. Pero nada más lejos de la realidad; por el otro lado se hayan fuertemente unidas al cemento, por lo que suelen constituir buenas presas durante las trepadas. Por una pequeña raja o canal en un terreno del material descrito, ascendemos hasta els Cortins ayudados por una cuerda fija que alguien ha colocado en dicho paso. Jordi me cuenta que más atrás en el tiempo no había dicha ayuda artificial, por lo que él y sus acompañantes llevaban a cabo la trepada de forma más peligrosa.

Una virgen dentro de una especie de buzón nos recibe en una pequeña región llana y carente de vegetación. Delante nuestro tenemos la cima, y detrás las adorables y verticales formas de la montaña de Montserrat. Desde lo alto de Els Cortins acomentemos una bajada bastante pronunciada por una especie de torrente seco. En determinado momento, un cable y dos cuerdas ayudar a superar una pared vertical de unos cuatro metros de longitud. A continuación, llevamos a cabo un flanqueo por una zona rocosa situada al sur de Els Cortins, desde la que vemos a la virgen al otro lado de una canal exuberante en vegetación. Jordi me comenta que cree que en dicha canal no hay ningún camino; algún día indagará sobre ello.

Estamos a escasos veinte metros de la cumbre del Montcau, el pico que domina la zona, pero éste no es el tipo de ascensión que nos pueda reportar un mínimo de satisfacción. Ahora lo que toca es perder altura hasta la Font del Llor para así llevar a cabo la ascensión desde abajo al estilo Avi Jordi, a través de un entretenido camino ideado por él. En el Coll d´ Eres desayunamos: él se come una manzana roja mientras que yo me contento con un pequeño bocadillo y sobre todo con agua con la que combatir el caluroso día de hoy. De camino a la Font del Llor pasamos por la cueva Simanya, donde hemos quedado en entrar la próxima vez si nos acordamos de traer el frontal. Sería maravilloso no conocer sólo esta montaña en su cara exterior, sino también explorar sus entrañas, donde seguro que esconde sus mayores secretos.

En la citada fuente aprovechamos para refrescarnos y proveernos de más agua. Con el avance del día el calor se intensifica, pero por suerte en gran parte hemos ido caminando por canales, torrentes y otros lugares algo ocultos al sol, en vez de caminar por los típicos senderos expuestos totalmente a la radiación solar. Durante la pronunciada subida al Coll de Finestrelles, cuyo nombre me recuerda a Vall de Núria, nos cruzamos con tres señores mayores, uno de ellos en extremo. Utiliza los dos bastones de trekking como si fueran muletas, y le cuesta mucho dar un solo paso en su descenso. Quizá nunca haya visto a nadie tan mayor en la montaña. Conversando sobre el mérito de dicho individuo de frecuentar aún las montañas, proseguimos subiendo al Montgrós al estilo Avi Jordi. Pasado el collado, abandonamos el sendero para entrar en uno poco transitado que ha creado Jordi. La vegetación es molesta porque ha crecido y se empeña en cerrar el paso y arañar a los que se introducen en un hábitat que no les pertenece.

Hacemos un flanqueo típico de esta zona: aéreo, sobre conglomerado, por una especie de pliegue horizontal en la pared, y con grandes vistas. Tenemos en frente las zonas quemadas hace unos años, entre ellas Sant Llorenç Savall. En el horizonte se encuentran el Matagalls, el Turó de l´ Home y Les Agudes, las tres montañas más altas del Montseny. Romántico lugar para contemplar con los ojos y con el alma todo cuanto nos rodea antes de abandonar estos parajes. Pasamos por una cueva señalizada y otra no señalizada de más difícil acceso. Salimos a una zona rocosa donde el sol aprieta de valiente, sin saber que estamos siendo observados por un vigía de incendios forestales que se halla en la cumbre del Montcau. Nos abrimos paso por una zona de maleza, progresando como podemos entre multitud de vegetación, hasta aparecer en el cinturón del Montcau. Éste constituye un flanqueo aéreo por terreno conglomerado, donde se hayan algunas piedras sueltas que preocupan al distraído caminante, quien no puede evitar dejarse encandilar por las vistas.

Dos pasos son los que deben preocupar al caminante, sobre todo si se tiene miedo a los patios como es mi caso. En primer lugar, encontramos un paso estrecho en el cual giramos hacia la izquierda, y que con extremo cuidado al igual que Jordi. Ambos sabemos que en estas cosas no andamos anclados a un cable de vida o cuerda; las trepadas y cosas por el estilo, aunque más sencillas, son más peligrosas que las vías ferratas o escaladas en el sentido de no ir asegurado, por lo que no estamos autorizados para fallar. El segundo obstáculo es un tramo que se hace estrecho por lo que hay que avanzar por la pendiente a orillas de caer, pero afortunadamente hay un cable horizontal instalado de unos cuatro metros al cual nos aseguramos con una baga a modo de arnes y una cinta exprés. Pese a la seguridad obtenida artificialmente, mi mente prefiere que pase miedo para así quizá ir con más precaución si cabe, por lo que pudiera pasar. Jordi me pide que me suelte y me eche para atrás para tomarme una foto, pero no me gusta confiar mi vida a unos artilugios y prefiero no solarme por miedo, pese a comentarme que soportan 3000kg.

El cinturón rocoso nos lleva a un sendero (el cual también es llamado cinturón del Montcau creo entender del maestro), pero no es lo que vamos a coger. Ahora nos toca ir hacia el Pas de la Nuri, el cual da acceso a una especie de embudo de unos veinte metros de longitud por el cual saldremos cerca de la cumbre tras una trepada. Para explicar el origen etimológico de dicho paso hay que hacer un poco de historia. Jordi, como creador de la ruta, ha sido el primero en realizarla íntegramente. Por supuesto que cualquiera puede haber realizado alguno de los tramos, pero la ruta al estilo Jordi al completo sólo la han realizado él, Javier (Pratenc) y Núria (Nurimosa). Me dice que yo soy la cuarta persona del mundo en realizarla. Pues resulta que para superar este tramo de unos dos metros de altura y que da acceso al embudo, tanto él como Javier se ayudaron de un gran tronco que hay aquí. Se coge, se acerca al “extraplomo” y subiendo sobre él se consigue superar el paso. Pero el día que Jordi iba acompañado de Núria, ésta superó el tramo de manera acrobática sin utilización del tronco, motivo por el cual quedó bautizado como el Pas de la Nuri. Ésta manera de superar la dificultad que yo también voy a hacer es el motivo por el cual Javier nos dice a Nuria y a mí que no hemos hecho la repetición, pues según el la ascensión al Montcau al estilo Avi Jordi incluye necesariamente la utilización del tronco para superar el acceso al embudo.

Felizmente, algo cansados y soportando el calor de las dos de la tarde, llevamos a cabo la última trepada en una zona por sobre del embudo, que nos va a llevar directamente al “lavabo del Montcau”, que son unos arbustos cercanos a la pelada cumbre. En la cumbre nos encontramos con una caseta de madera bajo la cual se halla resguardado del sol un vigilante de incendios de la Diputació de Barcelona. En ese momento recuerdo que hace un tiempo leí un libro sobre un verano pasado aquí vigilando incendios: Un Estiu de Guaita de Enric Soler i Raspall. Es una especie de agenda donde anota lo que sucede y lo que pasa por su mente durante los tres meses del verano de 1994 que trabajó en esta cumbre detectando incendios.

Conversamos un poco con el vigilante, nos tomamos una fotografía con la Mola como telón de fondo, y emprendemos el corto regreso al coche, donde llegaremos a las 14:30 de un caluroso día de verano. A estas horas debe de haber poca gente aún caminando. Le comento a Jordi que hemos tardado cinco horas en ascender a los 1057m del Montcau partiendo de los 870m del Coll d´ Estenalles. Sirva esto para demostrar que aún donde no hay muchos niveles que superar, un excelente conocedor de la región con décadas de experiencia es capaz de conocer, mostrar y disfrutar de rincones, trepadas, canales y lugares poco o nada frecuentados, para deleite del afortunado aprendiz que le acompaña. Aún tenemos mucho que aprender de él los que por fortuna nos hemos cruzado en su camino…

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito

2 Comentarios

Enviado por Nurimosa el Friday 1 de August de 2008

“David,
no hagas caso de lo que diga Javier, el Pas de La Nuri es válido, muy válido!!

Me alegra que hayas seguido mis pasos en vez de utilizar el trozo de tronco que cualquier día de estos se quiebra al subir por él...

Un beso,
Núria”

Enviado por Pratenc el Friday 1 de August de 2008

“Hola David.

Egoistamente hablando, me alegro de seguir siendo junto con l´avi Jordi el único que a hecho INTEGRAMENTE el cinturó del Montcau.
En estos casos hay que ser purista y respetar al 100% el espíritu con que se creó el recorrido, y si en su momento se tuvo a bien incrementar el contacto con la naturaleza a través de superar ese paso de dos metros encaramándose a un tronco, los cánones y la consideración mandan que se respete la voluntad original de quien creo esa vía.

Enhorabuena por la ascensión al Montcau, y un día de estos ya os llevaremos a Nuria y a tí a hacer el CINTURÓ AL ESTILO DE L´AVI JORDI.

Nos vemos.”