Thursday 24 de August de 2006, 00:00:00

Realización del Sendero Botánico de la Cuenca Moral, que comienza en el Plan de Bañs, y se dirige hacia el Plan del Hospital. Continúo por pista hasta el Plan del Hospital, y desde allí, tras visitar el Hospital de Benasque, hago el camino Fuens de Alba, que une el Hospital con los Baños de Benasque, para posteriormente bajar a Plans de Bañs. Se trata del balneario más alto de España (1702m). Luego llueve y visito por primera vez la población de Benasque.

Hoy me he permitido despertarme más tarde, ya que es la jornada de descanso para hacer mañana la dura y larga ascensión al Posets. Pasadas las siete de la mañana me despierto y me dirijo al comienzo del Sendero Botánico de la Cuenca Moral. Hay un tronco con forma de arco, hay que pasar por debajo, y un cartel informativo junto a un mapa.

“El Sendero Botánico de la Cuenca Moral recorre un sector representativo del piso montano del Parque Natural Posets Maladeta. La duración es de 25minutos y se pasa de la cota 1540m a la 1670m. Termina en el camino forestal que va de Baños hacia el Hospital (Espital), lo que nos permite volver por la derecha a Baños y allí descender hasta el inicio. El sendero recorre bosques de pino negro con tejo y abeto, un pequeño hayedo y algunas zonas rocosas. Crecen en él la práctica totalidad de árboles y arbustos del Parque Natural: tejo, acebo, pino negro, mostajo, haya, abeto, olmo y fresno de montaña, sauco rojo, abedul, arce real, rododendro, enebro enano, grosellero, guillomo, uva de oso, etc, además de una importante flora entre la que destacan algunos endemismos como la azucena pirenaica.

A las ocho de la mañana comienzo el camino sin ninguna prisa, hoy es un día de disfrute de la naturaleza, sin grandes esfuerzos y sin grandes objetivos. El sendero transcurre por un bosque, y se trata de seguir unas marcas de pintura verde claro y verde oscuro. Unos carteles me van indicando lo que puedo ver junto a ellos: Fraxinus Excelsior (fresno), Buxus Sempervirens (boj), Sorbus Aucuparia (serval de cazadores), Pinus Uncinata (pino negro), Sorbus Aria (mostajo), Taxus Baccato (tejo), Ilex Aquifolium (acebo), Abies Alba (abeto). Bajo al cercano río Ésera a verlo, es un sitio solitario.

Regreso al sendero botánico y continúo viendo vegetales: Salix Caprea (sauce cabruno), Corylus Avellana (avellano), Betuna Pendula (abedul). Las avellanas están verdes. Hay una bifurcación que pone subida o bajada, luego vendrá otra igual. Se trata de ir por el de subida y regresar por el de bajada. Paso junto a Ulmus Glabra (olmo de montaña), Rhamnus Alpina (pudio), Juniperus Communis (enebro enano). Llego a un banco de madera, tras haber visto a mano izquierda, a lo lejos, una cascada que pasa bajo la carretera de Benasque.

De todos estos nombres, sólo saco dos cosas claras, el resto tal y como lo leo lo olvido ya que me parece complicado y todos los vegetales son parecidos. Por una parte, el enebro enano me lo he aprendido, en una planta baja que me suena se sobresalir en la nieve y de pincharme, creo que en el Matagalls. Aparte, he aprendido algo que tenía pendiente hace tiempo: distinguir entre bosque de pino negro y bosque de abetos. Ayer mismo dudaba al bajar de Vallibierna, y hoy me queda claro. Aparte de que el tronco el pino negro en marrón o negro, y el del abeto es blanco, el pino negro sus palitos forman una especie de bolas mientras que los del abeto forman una especie de hojas planas, sin forma de bola.

Mientras me entretengo distinguiendo abetos de pinos negros y viendo lo fácil que es y lo difícil que siempre me ha parecido por tener los dos forma de árbol de navidad, continúo pasando junto a vegetales que me entran por una oreja y me salen por la otra: Rosa Spp (escaramujo), Sambucus Racemora (saúco), Ribes Alpinun (grosella), Ribes Petraeum (grosella), Rododendron Ferrugineum (rododendro). Un nombre me llama la atención, es Formica Rufa (hormiga roja). No parece un nombre de planta. Se trata de un hormiguero gigante de hormigas rojas. Me suena haber visto algunos en la excursión que hice al refugio de Baiau.

Paso por un par de puentes que salvan riachuelos y en una bifurcación elijo el cartel que indica “arriba”. Tras una pasarela de madera aparecen el Prudus Padus (cerezo aliso) y el Arctoctaphylos Uva-Ursi (uva de oso). Me está saliendo humo de la cabeza cuando tras pasar dos puentes aparezco en la pista, dejando atrás al mundo de los nombres raros, los vegetales y las hormigas rojas. A la derecha, a unos 50 metros, la pista va a un banco y comienza a bajar por el sendero que indicaba “bajada” y que no he hecho, pasando por dos tramos que no he hecho ya que se hacen de bajada.

He comenzado a las ocho y he terminado a las nueve y cinco. Por la pista forestal, a la derecha se va a Baños del Hospital, mientras que yo voy hacia la izquierda, al Hospital de Benasque. Al cruzar el río Ésera por la pista, una marmota a gran velocidad cruza de un lado al otro la pista y se pierde en la vegetación junto al río. La pista se une a una pista que viene de la izquierda, desde la carretera de Benasque, y giro a la derecha para por esta nueva pista llegar a Llanos del Hospital. Por debajo de esta pista ha pasado antes una catarata. Hay un aparcamiento al lado de una caseta que sirve para no dejar continuar circulando a los vehículos particulares, siendo necesaria la utilización del autobús.

A unos metros hay un puente que cruza el río Ésera, en donde comienza el Sendero Geomorfológico de Aiguallut. Me interesa el sendero y lo comienzo. Camino por un gran prado, que es un valle que al final se ve que gira a la derecha. A unos diez minutos caminando desde el aparcamiento de encuentra el Hospital de Benasque, un hotel de tres estrellas, cafetería, parque infantil y estación de esquí nórdico. Me paro junto al río, poco profundo y de unos cinco metros de anchura, y le pregunto a un excursionista que pasa el tiempo que hay hasta el Forau dels Aigualluts. Me dice que dos horas. Hago cálculos y se me sale del presupuesto, pues 9:35 más dos horas por dos son 13:35 y más tarde el camino de Fuens de Alba, de manera que pillaría todo el calor y el sol y ya tengo la piel quemada tras la aventura del Aneto.

Decido dejarlo para mañana a primera hora, y cruzo el río descalzo, el agua está helada. Llego a la pista forestal y de ella al Hospital veo a mano derecha nacer el camino de Fuens de Alba, que es el PR-4 (marcas amarillas y blancas). Aparece una bifurcación: a la derecha la pista continua hasta la Besurta, y a la izquierda tras unos cien metros se llega al Hospital de Benasque. Un cartel sitúa la Resurta a sesenta minutos y el Portillón a 1h45min. En el Hospital hay un parque infantil, una edificación para el alquiler de esquís y las conferencias, una cafetería/hotel y unas cabañas de pastor. A unos cien metros hay una cabaña de piedra utilizable como refugio.

Tras fotografiar un fuente metálica, observo la entrada del hotel, bien decorada, y voy a visitar las tres cabañas de pastor, cerradas. Doy la vuelta al Hotel, viendo que hay unas pasarelas de madera en un lateral suyo. En la entrada del hotel, una estación meteorológica indica 19ºC, 92% humedad, 790mmHg/1054mBar. Para esa presión atmosférica indica buen tiempo. Hay una zona de presión intermedia que indicaría tiempo variable, y una franja de baja presión que indicaría lluvia o viento.

Un cartel indica que Llanos del Hospital es una estación de esquí nórdico y montaña. Hacia la izquierda se va al Pllan de Hospital (verde) y al Camino dels Aranesos, mientras que a la derecha se va al Pllan de la Resurta (rojo) y al Plan d´Estañ (azul). En el río un cartel indica “captura y suelta”. Antes también lo he visto, aunque nunca lo había visto hasta hoy. Visito la cabaña cercana, que puede ser utilizada como refugio libre. Sus medidas son de 2,5 x 7 metros aproximadamente, tiene el suelo y las paredes de piedra, el techo son troncos y en un rincón se suele hacer el fuego.

Comienzo el regreso por la pista forestal y a mano izquierda la abandono al comenzar el camino de Fuens de Alba, señalizado, son las 10:35. En Baños de Benasque, donde finaliza el sendero, ayer leí lo siguiente en un cartel informativo al inicio del sendero:

“Sendero de las Fuens de Alba: une los Baños con el Hospital de Benasque/Espital de Benás por la ribera izquierda del río Ésera. 1h45min. 145m desnivel. Es fácil de recorrer salvo que haya nieve, y peligroso cuando ésta se acumula en las canales próximas a Baños, en invierno y principalmente en primavera. Este camino servía de itinerario alternativo, sobre todo de abril a julio, cuando el barranco de Remuñe bajaba crecido, para pasar de Aragón a Francia y viceversa. A comienzos del siglo XVIII se arregló para traer la madera necesaria para la construcción de los Baños, desde los bosques de Paderna. Actualmente forma parte del PR-4, que une Benás/Benasque con la Renclusa. Desde el Hospital/Espital se empalma con el sendero geomorfológico de Aiguallut.”

El sendero recorre la falda del lado este del valle de Benasque, siendo visible la sierra situada al oeste del fondo del valle, en especial un puntiagudo pico llamado Estós. Camino por prados con ligeras subidas o bajadas, no hay fuertes pendientes. Hay mucha hierba, en algunos puntos alta, acompañada de flores de diversos colores y sonidos de insectos. Llego al cruce de un riachuelo con catarata, por donde deben de de estar la fuente de Alba, la cueva de Alba y la cueva de la Llastra. Abandono el sendero y bajo riachuelo abajo, así como voy buscando campo a través, pero no encuentro ninguna de las tres cosas. Tras un rato buscando, lo doy por imposible y subo hasta el sendero para continuar con la marcha, son las 11:55.

No sé si es casualidad, o si hay gente que colecciona flores y disfruta arrancándolas, pero cuando salgo de un sendero y avanzo por el prado campo a través por la razón que sea, suelo encontrar flores que no veo avanzando por el sendero, por ejemplo con algún color o forma llamativos. Hay dos señores mayores sentados junto al sendero, y aprovecho la ocasión para hacer un estudio sociológico. En lugar de decir el típico “hola”, voy a decir “buenos días” al pasar junto a los dos ancianos, y a ver si responden con el típico “hola” o si les da tiempo a reaccionar y soltar un “buenos días”. Al pasar junto a los ancianos, les saludo con un “buenos días”, y mientras uno me dice “hola”, el otro me contesta con un “buenos días”.

A las 12:45 llego al coche, y me dirijo a Benasque, ciudad que no he visto nunca. La vi de subida el pasado lunes pero sin detenerme en ella. De camino cojo un desvío a la derecha que conduce al valle de Estós. Dejo el coche en un aparcamiento tras un kilómetro de pista o así, y comienzo a caminar hasta el refugio de Estós cuesta arriba con la intención de ver el Embalse de Estós, pero comienza a llover. El cielo está gris, y truena mucho, no me gustaría estar por allí arriba. Veo un relámpago. Tras un puente veo una especie de cueva cerrada por una verja. Me he encontrado una moneda de un euro y una de dos céntimos en el suelo del aparcamiento.

De camino a Benasque veo a mano derecha el famoso camping Aneto, a unos 3km de Benasque. Tiene caravanas y casitas de madera. Más adeltante, a 2km de Benasque a la izquierda nace una carretera que en subida, con curvas y en cuatro kilómetros, llega al pueblo de Cerler y a la estación de esquí del mismo nombre. Exactamente, viniendo desde el sur, en el km 60-61 de la A-139 se encuentra Benasque. En el 63 se encuentra el desvío a Cerler. En el 63,5 el camping Aneto y en el 64 el desvío a Estós. En el 66 el Plan de la Senarta (zona de acampada municipal). En el 71 el desvío al Hospital de Benasque y en el 73 el final de la carretera (junto al aparcamiento de l Plan del Hospital pero a más altura).

A las 13:30 estaciono en Benasque, y no salgo del coche pues está cayendo una fuerte tormenta. Menos mal que no he hecho el camino geológico, ya que aún estaría a unas tres horas del coche y me hubiera pillado la tormenta de pleno, sin nada para protegerme. Como en el interior del coche y a las 14h salgo con un poncho del todo a cien a dar una vuelta por la ciudad, no parece que vaya a parar de llover.

La ciudad está desierta, el agua ha mojado sus calles y me moja a mí. Observo como la ciudad sufre un apagón y se queda sin luz. Los restaurantes y bares, así como las tiendas, están oscuras en el interior. Algunos están en las puertas de los establecimientos. A las 14:30, regreso al coche tras el pequeño paseo bajo la lluvia, la ciudad continúa estando sin luz. La tormenta acaba por ceder y a las 16:10 salgo del coche. Visito de nuevo la ciudad, no muy grande. A las afueras hay un cartel, antes de llegar al pueblo y a la gasolinera, que dice: “aparque su vehículo. Benasque bien merece un paseo”.

Viniendo del comienzo del valle, nada más entrar al pueblo, hay una curva a la derecha y se cruza el río Ésera, llegando a la tienda Barrabás y a una furgoneta de Coca Cola antigua. Entonces se rodea el pueblo y se continúa valle arriba. Si antes de tomar la curva a la derecha que da acceso al núcleo principal, se toma a la izquierda, se llega a la Urbanización San Antón y a la Escuela Española de Alta Montaña (EEAM). Hay gente en su rocódromo. Al entrar al pueblo, a mano derecha, hay una carretera que lleva al pueblo de Anciles (1,8km) y al Centro de Visitantes del Parque Natural Posets Maladeta. No me da tiempo a visitarlos.

Miro la sección de librería de la tienda Barrabás, una tienda de unos cuatro o cinco pisos de altura. Me atraen los libros llamados, Bájame una estrella, Andando la Vida y Cuentos de montañas de cuento, todos ellos de Editorial Desnivel. Las calles del pueblo son estrechas y empedradas. Los edificios son de piedra. También visito el interior de la iglesia. Cojo folletos y un plano en la oficina de información y recorro todo el pueblo calle por calle, tachando las calles por las que ya he pasado hasta recorrerlas todas. A ello dedico toda la tarde.

En un supermercado me compro un paquete grande de pipas sabor Tijuana, y una Coca Cola de dos litros de marca desconocida. Voy hasta el final de la carretera de Benasque, cerca del Hospital de Benasque, y tras comer unas pipas, beber Coca Cola y comenzar a anochecer, duermo en el aparcamiento del prado, a pie del comienzo del sendero geológico que quiero hacer mañana a primera hora, para evitar el calor y posibles tormentas pasado el mediodía (mañana volverá a llover a la hora de comer).

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