Estreno de Droguero en la completa, variada y transitada vÃa ferrata de Centelles en un dÃa soleado dominado por un calor poco habitual para ser invierno. No faltan las orugas, las buenas vistas ni la famosa cabra del nuevo tramo, asà como tampoco la CocaCola y la Fanta de Naranja en lo alto del Turó de Puigsagordi (972m), desde donde apreciamos la total falta de nieve en los Pirineos, entre la mole del Puigmal y el macizo del Canigó.
[+] click para ampliar Davids sobre el Turó de Puigsagordi (972m) |
[+] click para ampliar Droguero en el segundo tramo |
[+] click para ampliar Droguero en el interminable flanqueo |
[+] click para ampliar Abajo, Hostalets de Balenyà |
[+] click para ampliar Droguero, Centelles y el Montseny |
A comienzos de 2007 el Sr Droguero decidió iniciarse en el mundo de la verticalidad junto a otro David, conocido con el apodo de Zodiaco. Durante el vigésimo día del año, la idea se materializó en una calurosa jornada del alocado invierno de aquel año. Con las canciones de Gigi d´Agostino a un volumen adecuado, viajaron hasta los alrededores de la vía ferrata bajo la oscuridad de la noche. En el lugar aún no había nadie. Se equiparon con arnés, casco, kit de vía ferrata, patatas fritas y refrescos y comenzaron junto a una ardilla a caminar hacia el inicio de las instalaciones. El animalillo pronto les abandonó, prefiriendo la tranquilidad del bosque frente al ajetreo de los dos humanoides.
David y David comenzaron a ascender los primeros escalones metálicos del primer tramo. Los que habían comenzado a subir con anterioridad, se los encontraron ya superado el primer tramo. ¿Qué había pasado? La joven pareja sabía algunos truquillos para adelantar al resto de ferratistas. Ante la majestuosidad del macizo del Matagalls, iniciaron el interminable segundo tramo, un flanqueo hasta lo inalcanzable. El señor de las drogas disfrutó como un crío chico siguiendo a la personificación de la zona de la bóveda celeste por la que parecen errar los planetas del Sistema Solar. El discípulo se hizo con la libreta de registro de la vía ferrata y dejó constancia del paso de la joven pareja por el lugar mientras que su amigo le fotografiaba.
El flanqueo continuó hacia el más allá, hasta que hubo que tomar una decisión ante la bifurcación del itinerario. Hacia arriba hubiesen seguido por el trazado antiguo, pero se decidieron por descender hacia el trazado nuevo aún sabiendo que su intención no era bajar al infierno, sino rozar el cielo en la cima del Turó de Puigsagordi, una montaña de 972 metros de altitud ubicada en la comarca de Osona, junto a la Plana de Vic. Al llegar al inicio de los dos nuevos tramos de ferrata, el fácil y el difícil, tomaron asiento en una gran roca situada en una agradecida sombra. El calor era intenso pese a la época del año aunque se decía que faltaba poco para la llegada súbita de las condiciones meteorológicas que hasta entonces dominaban el invierno.
Una vez superado el segundo tramo, se acercaron al tercero, donde la dificultad de los extraplomos era bastante evidente y la presencia de orugas era alarmante. Unos últimos pasos bajo un sol infernal les llevaron al punto más alto de la vía ferrata y de la montaña, donde los más listos accedían en vehículo de motor sin apenas esfuerzo, tal y como sucede en la visible cima del Turó de l´Home. Llegó el momento de sacar las latas de Fanta de Naranja y CocaCola, que harían las delicias Droguero y Zodiaco, respectivamente. Una leyenda urbana que hablaba sobre una polémica CocaCola en la cima del Puigmal llegó a oídos del novato, quien propuso pedir financiación a dicha compañía para continuar cargando con los refrescos por las diferentes montañas del mundo.
Estaban comiendo unos bocadillos cuando una joven que acababa de finalizar la vía ferrata se acercó a Zodiaco y le dijo preguntó si sabía quien era. El chico meditó unos instantes sobre quién podía estar tras las gafas de sol y acertó. Se trataba de Cat, una de las cinco personas que coronaron junto a él un nevado Puigmal en marzo de 2005. David le informó sobre sus intenciones de ascender en febrero a Les Agudes, un abrupto pico que veían desde aquella posición a lo lejos. Tras despedirse, ambos Davids abandonaron la cima sabiendo que en el descenso serían alcanzados por Cat y compañía, cosa que se materializó al cruzar el primer tramo de la vía ferrata. Cuando estaba a punto de finalizar la decimoquinta hora del día, maestro y discípulo llegaron al coche, donde la música celestial de Gigi d´Agostino les deleitaría hasta la llegada a la ciudad natal de la princesa Alba. De esa manera dieron por acabada una nueva aventura.
P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí: www.youtube.com/felizexito