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Wednesday 18 de July de 2007, 22:00:00
15-07-07: Turó de l´ Home i Les Agudes
Tipo de Entrada: RELATO | 3 Comentarios | 2706 visitas

Visión personal de lo acontecido en el transcurso de una plácida excursión por el Parque Natural delMontseny, el decimoquinto día del mes de julio de 2007. La princesa Alba y un servidor, guarnecidos del sol bajo un frondoso hayedo, alcanzamos la cumbre del Turó de l´ Home (1712m), punto culminante del macizo. Posteriormente, coronamos el rocoso pico de Les Agudes, deslumbrados por la presencia del astro rey, quien sigue nuestros pasos desde una posición privilegiada. Caminando sobre un manto de hojas, zigzagueamos un sinfín de veces por el trazado sinuoso y caprichoso de la senda, hasta las inmediaciones de la populosa Font de Passavets, donde finalizamos el itinerario circular. Un pícnic junto al embalse de Santa Fe pone el punto y final a nuestra visita de hoy a tan magnífica montaña, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hace un porrón de años.

Les Agudes desde el embalse de Santa Fe
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Les Agudes desde el embalse de Santa Fe

Llevo rato sin poder conciliar el sueño, pese a que aún no he dormido todo lo que desearía. Estiro el brazo para hacerme con el reloj, situado en el cabezal de la cama. Son las seis y cuarto. Me decido a despertar a Alba con la intención de levantarnos, desayunar y partir temprano con la finalidad de evitar las calurosas horas centrales del día. Pese a la reticencia inicial mostrada por ella, logro mi objetivo. A las ocho de la mañana ya hemos iniciado la marcha, concretamente en la Font de Passavets. A estas horas el Montseny continua dormido, aún falta algo de tiempo para que despierte. Diríase que toda la montaña está encaprichada con nosotros, pues hasta el momento somos sus únicos huéspedes. Las hayas se muestran alegres, mostrando un amplio abanico de tonalidades. El suelo, por su parte, permanece oculto bajo un manto de ojas secas; lágrimas vertidas durante la pasada estación otoñal. Es estupendo caminar por el interior de un denso bosque durante una calurosa jornada de verano. La concentración de vida vegetal nos protege de los risueños rayos solares que tratan de alcanzarnos. Por más que luchan, no consiguen abrirse paso a través de las altivas copas de los árboles.

 

En principio, mi intención era ascender al Matagalls desde Collformic, ruta que me tiene profuncamente cautivado, como demuestra el hecho de que la haya realizado más de una decena de veces pese a mi reducida experiencia montañera. El gran inconveniente que presenta reside en la total ausencia de arbolado, aspecto que me ha hecho cambiar de itinerario para evitar tostarnos al sol. A Alba le es indiferente una ruta u otra, pues no le gusta ninguna, ni tampoco la montaña o el excursionismo. Preferiría pasar la mañana en la playa, la piscina o el cine, actividades que a mí me desagradan.

 

Transcurridos unos veinte minutos desde la partida, nos introducimos en el abetal más meridional de Europa. Así, más al sur no hay ningún otro bosque de abetos, siempre que la guía de montaña no nos engañe. Nos fotografiamos unos árboles de Navidad carentes de adornos, intentando plasmar la belleza de la zona. Alba avanza a buen ritmo, sabe que cuanto más rápido nos desplacemos antes finalizará el paseo. Me separo de ella un instante para visitar un pozo de hielo, lugar donde se conservaba para ser vendido en ciudades y pueblos en una época pasada. Su ubicación es excelente, a la sombra, bien protegido del calor. Este reducto del pasado nos avisa de que el temido cambio climático es una realidad. En la actualidad, su uso sería impensable. En los relatos antiguos se habla del Montseny como de un lugar con nieve perpetuas, mientras ahora sólo se viste de blanco contados días de invierno.

 

Acometemos el último tramo de la ascensión una vez nos hemos reencontrado. Dejamos atrás el bosque, a la vez que se abre ante nosotros un nuevo horizonte. Contemplamos con toda su grandeza a las dos cumbres más elevadas de la Serralada Prelitoral. El Turó de l´ Home, como bien indica su nombre, es un pico domesticado. Una carretera a unos escasos veinte metros del punto culminante le restan encanto y magia. Aún así, se puede gozar de unas increibles vistas de gran parte de Cataluña. En contraposición al primero, Les Agudes es un pico salvaje, agreste, de grandes precipicios. La mano del hombre ha dejado allá arriba una grandiosa cruz metálica. La decena de aumentos de unos binoculares nos permiten distinguir las tres chimeneas de Badalona. En Barcelona, discernimos la Sagrada Familia, la torre Agbar del Colt (con forma de torpedo), las torres Mapfre de la Vila Olímpica, así como el Castillo de Montjuich, ya en manos del Ayuntamiento de Barcelona. A simple vista, observamos el mar Mediterráneo, el Matagalls, Montserrat, Sant Llorenç de Munt i Serra de l´ Obac, Collserola, Montjuich, Montnegre i Corredor, Serralada de Marina, Granollers… Lo que más nos llama la atención es la humareda negra provocada por el incendió de una fábrica de caucho que se declaró ayer y que se extinguirá la semana que viene. Está situada a unos cincuenta o sesenta kilómetros, en el vallés occidental. Lo más curioso es la forma: el humo asciende verticalmente durante unos 2000 metros hasta alcanzar la parte superior de la capa límite atmosférica. Una vez ahí, se ve impedido a continuar ascendiendo y se desplaza horizontalmente en la dirección del viento predominante, en este caso hacia el Pirineo, a lo largo de unas decenas de kilómetros.

 

De camino al siguiente pico disfrutamos del tramo más altivo de la excursión, donde gozamos de mejores vistas a cambio de asumir el rol de víctimas indefensas ante un sol sin escrúpulos. Tengo un as en la manga: un sombrero de paja. Pero Alba, en un momento dado, se hace con él argumentando que tenía que haber traído alguna gorra para ella. Nos lo tomamos con calma. Nos entretenemos abriéndonos paso por terreno rocoso y herbóreo, en lugar de seguir cómodamente el sendero por el cual a estas horas ya transcurre bastante gente. Observamos con los prismáticos la piscina de un camping en el que pasamos acampados un fin de semana del verano pasado. Alba pasó las horas reboloteando y nadando en la piscina mientras yo, sentado en el borde y con los pies introducidos en el agua, fantaseaba y devoraba con los ojos la cadena montañosa que une ambas cimas, por donde ahora estamos de excursión. Ahora es ella la que mira desde aquí aquella piscina, deseando estar realmente allí y no aquí, como a mí me pasó en su día en aquel lugar.

 

En la cumbre de Les Agudes compartimos un intérvalo de espacio y tiempo con una decena de excursionistas y tres canes que se ladran mutuamente. Alba comenta que la gente es extraña. Se trata de aficionados a la montaña que llevan la vestimenta típica, a lo cual ella no está acostumbrado. Por otra parte, para ella los que vamos a la naturaleza a caminar somos una especie de locos. Es sorprendente observar el abetal desde las alturas. Se encuentra ubicado en pleno hayedo, como queriéndose abrir hueco entre las hayas buscando un ápice de protagonismo. Rodeado de bosques se encuentra el embalse de Santa Fe, donde vamos a ir a comer unos bocadillos bajo la sombra de un árbol. Escribos unas líneas y algo algún dibujillo en la libreta que hay dispuesta para tal fin. Tras dejar huella de nuestro paso, abandonamos el lugar. El descenso transcurre sin sobresaltos. Notamos cada vez más el calor propio de un soleado día veraniego.

 

Como bien es sabido, toda excursión es finita, tanto para bien como para mal. La llegada a la Font de Passavets alrededor de la una del mediodía marca el final de una entretenida excursión de cinco horas de duración en el parque natural del Montseny. El hambre hace acto de presencia, nuestros estómagos piden teca. ¡Bien nos la hemos merecido! Damos un romántico paseo por la zona boscosa del embalse de Santa Fe. Junto a las aguas, resguardados a la sombra de un árbol, nos premiamos con sendos bocadillos, una Fanta de limón y una Coca Cola. Varias tortugas, un pato y multitud de peces de colores merodean por los alrededores. Así ponemos punto y final a una feliz jornada en la montaña . Aunque falta de aventuras, llena de emociones…

 

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito


3 Comentarios
Enviado por Amunt! el Thursday 19 de July de 2007

“David, salut!. Mira que és curiós, aquell mateix diumenge vaig pujar Les Agudes, però pels Castellets. Duia al meu fill, que un cop l'any es digna a acompanyar-me a la muntanya, i aquell dia tocava. Fèiem cim a les 10,30 hores. La baixada la vàrem enllestir per la Font de Briançó, el Convent, Coll de Té i apa foten-li hores a les cames. Per cert, si ens haguèssim creuat, hauries saludat a l'avi Jordi i a la Sígrid. Vinga, una abraçada. Salut i muntanyes. Xavier.”
Enviado por Zodiaco el Thursday 19 de July de 2007

“Es una lástima que nos estretuviésemos tanto en el camino desde el Turó de l´ Home. De no ser así hubiésemos coincidido en la cima de Les Agudes, ya que nosotros llegamos poco después de vosotros...

Hubiese sido bonito coincidir, menuda sorpresa me habría llevado. Espero y deseo que pronto nuestros caminos se crucen en alguna otra montaña, a ver si el destino se porta mejor a la próxima...

Saludos.”
Enviado por Abuelete el Monday 23 de July de 2007

“Ya era hora de q te decantaras con algun relato de los tuyos, q nos tienes abandonaos!!!!!!”


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