ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeRExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR
 Zodiaco Zodiaco
Estas en » ExCuRSiONiSmO RoMáNTiCo FoReVeR » Archivo de Relatos » August 2008 » 07-08-08:un Par De Rutas En Montalbán ( Teruel )
Tuesday 26 de August de 2008, 12:48:56
07-08-08:Un par de rutas en Montalbán ( Teruel )
Tipo de Entrada: RELATO | 3120 visitas

En compañía de Alba realizo varias rutas senderistas en el término municipal de Montabán, capital de la comarca Cuencas Mineras, en la provincia de Teruel. Por la mañana llevamos a cabo la Ruta de la Muela, con ascenso al macizo de La Muela, mientras que por la tarde es el turno de la Ruta de las Peñas Royas, buen lugar donde observar rojizas areniscas del Triásico.

 

 

Las dos rutas que vamos a realizar en el día de hoy forman parte de los Senderos del Parque Cultural del Río Martín. Son aproximadamente una decena de rutas, a lo largo de las cuales se pueden encontrar diversas construcciones, necrópolis, poblados ibéricos, simas, cavidades subterráneas, riqueza de fauna y flora, encañonamientos del río, yacimientos arqueológicos o pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad, además de parajes interesantes desde el punto de vista geológico y paisajístico.

 

Hacia las siete y media de la mañana iniciamos como quien no quiere la cosa la Ruta de la Muela. La excusa es ir hasta la Fuente de Valdemiguel, a unos veinte minutos según un indicador de madera. Una vez allí resulta irresistible acometer la subida hasta lo alto de una muralla de blancas calizas cretácicas que me recuerda en gran medida a las cingleres del pantano de Sau. Desde el mirador de Valdemiguel se pueden observar los materiales paleozoicos del anticlinal de Montalbán, cabalgando sobre materiales mesozoicos y terciarios, todo ello con la ayuda de una mesa de interpretación.

 

A medida que ganamos altura nos damos cuenta de que la flora va cambiando. Según hemos leído, as choperas, huertas y frutales cercanas a la vega del río Martín dan paso a una repoblación de pinos y posteriormente a carrascas, sabinas, romero, salvia o espliego. Logro observar dos cabras monteses pero no en toda su plenitud, pues una sólo asoma una cabeza provista de pequeños cuernos y la otra ha desaparecido casi al instante. El señor de la oficina de información nos dirá que hay ejemplares con unos grandes cuernos, de un metro o más. Por otro lado, mientras subimos cerca de estas rocosas paredes observamos multitud de pájaros que resultan ser buitres leonados, por lo visto muy abundantes en la zona. Miden 1,20 metros aproximadamente.

 

Tras noventa minutos de excursión llegamos al mirador de Montalbán, desde donde con la ayuda de los prismáticos observamos un amplio abanico de objetos naturales y artificiales. A lo lejos, en el valle, se observa un pueblo comunicado con Montalbán por una recta carretera. Enfrente tenemos el Cabezo Redondo (1144m) acompañado de diversas formaciones geológicas de rico colorido. El punto culminante del macizo de La Muela está situado a 1295 metros de altitud, mientras que la cota máxima de la ruta es de 1225 metros. Más tarde visitamos la Cueva del Greñicas, donde una gran araña se posa sobre mí cuando me asomo a su interior. La acumulación de sedimentos en el suelo ha reducido considerablemente el tamaño de su entrada según nos contarán.

 

Caminamos por lo alto de la sierra durante algo más de una hora hasta llegar al mirador de Morrón Royo, donde de nuevo contamos con la ayuda de una mesa de interpretación. Está ubicado en un lugar bastante aéreo, con varias paredes verticales que impresionan. Son parajes vigilados desde el cielo por el águila real, la perdiz y el gran buitre leonado, de consderable tamaño. El descenso desde lo alto de la sierra hasta el denso pinar repoblado a sus pies es la parte más sinuosa del recorrido. Lo llevamos a cabo por un estrecho sendero nada cómodo, creo que aún por señalizar. Una vez dentro del pinar nos cruzamos con una pareja provista de prismáticos, que constituyen las únicas personas que vemos en la ruta. En esta época de grandes temperaturas puede ser una tortura la realización de la misma, ya que en la parte alta no hay resguardo posible del Sol. La única solución es pegarse un buen madrugón.

 

Después de tres horas y media de excursión llegamos al punto de partida, junto a un riachuelo donde nos refrescamos los pies con sus frías aguas. Durante la visita a la villa vamos a la oficina de turismo, donde un señor nos informa de la ruta que hemos hecho y nos da folletos sobre otras rutas senderistas de las cuales realizaremos algunas en los próximos días, principalmente para ver grabados y pinturas rupestres encuadradas en el arte levantino. En ellas suelen aparecer animales o cazadores, estos últimos provistos de arcos.

 

Una vez hemos comido en el merendero que hay a la entrada del barrio Peñarroyas, en Montalbán, nos disponemos a realizar la Ruta de las Peñas Royas, esta vez provistos del correspondiente folleto descriptivo y croquis. En comparación con el de esta mañana, el itinerario es más corto, sencillo y sólo alcanza la cota 800 metros. Sobre esta ruta el folleto comienza así:

 

“La armónica arquitectura popular de la pedanía de Peñasrroyas constituye el inicio de un viaje a través del tiempo por un paisaje de impresionantes formas y colores que el Río Martín atraviesa sorteando rocas y horadando cañones. Las rojizas areniscas, gestadas en el Triásico inferior ( Buntsandstein ) ponen nombre a un entorno de gran interés geológico y fama internacional. Una oportuna señalización temática nos permite descubrir corrientes de agua fosilizadas (ripples), estratificaciones cruzadas, grietas de desecación poligonal, fallas y pliegues formados ya en el límite temporal con el período Carbonífero y sus oscuras pizarras”

 

Nos adentramos en el periférico barrio, separado del resto de la población por quizá treso cuatro kilómetros de sinuosa carretera, los suficientes para alejarnos del centro del valle donde se ubica Montalbán. Varios señores que llevan la compra en carretillas de obra nos ofrecen conversación, debido al sombrero de paja que llevo. Nos cuentan como antiguamente en el campo el trabajo era manual, en vez de mecanizado. Tomo una foto a Alba con unas rosas de color rosa claro. Observando a un gato una señora nos ofrece conversación. Es natal de aquí pero resulta que reside en Argentona, muy cerca de donde vive Alba. Y es que como suele decirse, el mundo es un pañuelo.

 

Aún en el barrio, unos postes de madera nos indican que hacia la izquierda se va al mirador, y a la derecha a los grabados rupestres, Pozos Bolletes y Barranco Tajar, todo ello en la ruta que vamos a hacer. El señor de información nos ha recomendado hacerla circular, subiendo al mirador y regresando por la zona de los grabados. Los tiempos marcados parecen estar muy dilatados pues en poco rato, tras dejar atrás las últimas casas de piedra y afrontar una sencilla subida, alcanzamos el mirador del Portillo, “donde buitres, córvidos y algún búho real dejan ver sus nidos”. Al otro lado del río se observa una gran cinglera roja del Triásico (de nuevo recuerdo al pantano de Sau) sobre un material grisáceo del Carbonífero muy cubierto de pinos.

 

Durante el descenso al fondo del cañón pasamos junto a la reproducción de las huellas de un reptil que habitó el lugar hace 250 millones de años. Creo que aquí se encontraron dichas huellas y que se las llevaron a una universidad, dejando en su lugar una reproducción sobre cemento. A la Alba le gustan, a mí no, pues son de mentira. Una vez abajo el camino es algo diícil de seguir, pues lo normal es retroceder desde el mirador e ir desde el pueblo a los grabados rupestres, por lo que no debe pasar mucha gente por aquí. Nos desviamos hasta una cascada en el barranco Tajar, donde nos remojamos. Donde va a parar la cascada (que ahora está seca) hace unos tres metros de profundidad, debe de haber sido erosionado poco a poco a lo largo de los milenios.

 

De nuevo en el camino, perdemos el rastro del mismo. Avanzamos por el río, el el fondo del cañón, teniendo que descalzarnos para cruzarlo en distintos puntos. El tema comienza a ser agobiante hasta que damos con tres menores que se están bañando y nos indican como salir del lugar. Los grabados rupestres están en una roca lisa y son muy difíciles de apreciar. No se trata de pinturas, sino de marcas en la roca realizadas hace unos milenios. Encontramos unos pequeños fósiles, cosa que se repetirá en próximas excursiones. Por un lado tenemos conchas como si fueran almejas de piedra, y por otro unas formas espirales parecidas a caracoles o ammonites. Todo ello nos dice que hace mucho tiempo donde hoy se encuentra la provincia de Teruel debía de ser un mar.

 

Hacia las siete de la tarde llegamos de nuevo al coche tras otras tres horas y media de paseo, pese a ser una ruta corta de poca duración. Marca 2 horas pero creo que está bastante abultado como el resto de senderos de la zona. Nuestras próximas rutas tienen lugar el Alacón, Oliete, Albalate del Arzobispo, Bronchales, Checa y Alcoroches, de las cuales espero escribir algún relato en los próximos días. En Teruel no sólo se puede visitar el mausoleo de sus célebres Amantes, o visitar viejos pueblos, también hay diferentes rutas senderistas que pasan por lugares de interés, convenientemente señalizadas y con folletos descriptivos que se pueden coger en oficinas de turismo.

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito




Añadir nuevo comentario
Usuario de Madteam.net No usuario




Vista Previa



 

 
MadTeam.net | Suscribirte a este blog | Creative Commons License Blog bajo licencia de Creative Commons. | compartir este enlace en Facebook