Monday 29 de January de 2007, 00:00:00

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Nuria, Pratenc, Víctor y yo hacemos unas vías de escalada en la Fuixarda, mientras que Droguero inmortaliza nuestras peripecias en la pared de tan populoso rocódromo urbano, uno de los más grandes del viejo continente.

[+] click para ampliar Pratenc escalando la vía Tu Pu

[+] click para ampliar el maestro avanzando por la vía ExplotaCerdos

[+] click para ampliar Nuria descendiendo del techo del túnel

[+] click para ampliar Zodiaco VS Gravedad

A las nueve y media de la mañana, me encuentro con el Sr Droguero en el andén de la parada Plaza España, en el Metro de Barcelona. De esa manera, aportamos nuestro granito de arena de cara a reducir la emanación de dióxido de carbono a la atmósfera. Utilizando el medio de transporte más antiguo, caminar, pasamos junto al Museo Nacional de Arte de Cataluña,  donde se encuentran las obras de arte “extraídas” de la mayoría de ermitas e iglesias románicas del Valle de Boí y alrededores. Más tarde, rondamos cerca de las instalaciones de hípica, acordándonos del excelentísimo presidente de la Asociación Alpina Herederos de Mozaranga, George Mallory. Por último, aparece un campo de rugby, contiguo a la zona de escalada, y llegamos algo antes de las diez de la mañana, hora de encuentro.

En el lugar únicamente hay una pareja. La rasca es intensa al borde del final de una semana especialmente fría. El interior del túnel, donde se haya la zona de boulder, es una especie de nevera de gran tamaño. En teoría, nuestro objetivo es hacer un poco de “escalada horizontal”, avanzando a poca altura manteniendo el equilibrio gracias a las variopintas presas instaladas en el lugar. Las hay de todos los colores, formas y tamaños, llamando la atención algunas extremadamente grandes. El primero en aparecer en la zona es Pratenc (Javier), y vamos hasta el coche a recibirle. Inmediatamente después aparece Nurimosa (Nuria) y más tarde Víctor. Los cinco nos dirigimos a la zona de boulder, donde comprobamos el daño que produce en las manos el agarrarse a las heladas presas. Fruto de la incomodidad y del frío, decidimos salir a la zona soleada del exterior del túnel. Hay cambio de planes.

Nuria y Víctor practican la escalada, mientras que yo sólo he escalado alguna cosa sencilla en dos ocasiones, y Javier aún no se ha estrenado. Droguero también es virgen en ese aspecto, y no quiere romper la tradición, así que toma el rol de fotógrafo oficial del grupo, para así inmortalizar las escaladas del resto del grupillo. Los expertos Nuria y Víctor asumen la función de maestros del noble arte de la escalada, mientras que Javier y yo somos los aprendices. La primera de las cuatro vías que vamos a tener tiempo de escalar hoy está situada en la parte izquierda de la boca del túnel. Ese lado vamos a hacer tres, mientras que a la derecha hay solamente una y también la escalaremos más tarde.

Nos situamos al pie de la vía de escalada, junto a la vecina “Putanieves y los siete enanitos” que está escalando una pareja. La nuestra no tiene ningún nombre escrito en la zona. Víctor, con gran maestría, hace de primero y alcanza la parte superior de la vía, de unos ocho metros de altura. Con las cintas exprés colocadas en la pared por el primero, Javier realiza de segundo su primera escalada, demostrando sus buenas dotes para tal menester al superar sin problemas la pared, de aproximadamente quinto grado como todas las que probaremos hoy. Víctor me hace una proposición indecente, y tras meditar sobre ello acepto hacer de primero por primera vez. Me cargo el portamaterial del arnés con multitud de cintas expreses de color rojo mientras Droguero y Víctor conversan sobre quién se va a quedar mi Play Station de herencia. Conforme me alejo del suelo, voy colocando uno de los mosquetones de la cinta exprés en la clavija de la pared y hago pasar la cuerda por el otro, y así repetidas veces, hasta que alcanzo la parte superior de la vía.

Tras tocar un cactus, me suelto para que Víctor me baje de arriba, recordándole que no está en mi testamento, pues sino no le dejaría bajarme. Nuria hace gala de su buen hacer en la pared, y conforme va ascendiendo va retirando las cintas expreses que he colocado y las va colocando en su arnés. Droguero ha tomado buenas fotos de nuestra primera vía de escalada en el día de hoy. Nos dirigimos a la segunda, y única vía situada a la derecha de la entrada al túnel. Su nombre es “semen de perro viejo” y está catalogada como 5a. Víctor, el primero en hacerla, nos informa que es más sencilla que la anterior, cosa que compruebo al subir como “segundo”. Tiene una altura de unos diez metros y hace “esquina”, por lo que es útil ayudarse de las dos paredes. Más tarde la escalan Nuria y Javier mientras la cámara fotográfica de Droguero continúa sacando humo.

La tercera vía, “Tu Pu”, está ubicada a la izquierda de la llamada “Ta Madre”. Se trata de ascender por el arco de la boca del túnel hasta las proximidades de un murciélago que lo corona, siendo una vía de escalada oblicua, en la cual se avanza cada vez más hacia atrás. A Nuria le gusta mucho esa vía y está impaciente por hacerla mientras yo me veo incapaz de escalar semejante cosa “al revés”. Víctor escala muy bien, y ver como la realiza sin problemas no me sirve de referencia. El segundo en hacerla es Javier, alguien de quien me puedo fiar respecto a su victoria o fracaso. Nos dice a Droguero y a mí que preparemos nuestras cámaras, e inmortalizamos la lucha que mantiene contra la ley de la gravedad ayudado por unas presas ubicadas en el interior del túnel y otras en el exterior. Tras superarla se queda colgando de ambas manos. Nuria supera con gran maestría su predilecta vía, faltando yo por realizar semejante subida. Sin tenerlo muy claro, comienzo a escalar la vía, comprobando como las presas son más buenas de lo que parece. Lo más difícil es alcanzar la última presa, algo más separada del resto. Me quedo colgando hasta que Javier me baja de tan extraña situación.

La cuarta vía de escalada se llama explota cerdos. Estamos rodeados de gente cuando nos disponemos a comenzarla. Víctor es el primero en demostrar su valía, y más tarde lo hago yo. Después Javier y Nuria se enfrentan a ella. De nuevo, lo más difícil es alcanzar la última presa, y es en esa maniobra donde uno de nosotros cae, siendo el único incidente del día tras haber realizado cuatro vías de escalada. Terminamos la vía de escalada a la una y veinte, hora de irse a comer a casa con las numerosas fotos tomadas por el fotógrafo oficial. Nos despedimos de nuestros compañeros y de nuevo a pie nos dirigimos a la estación de Metro de Plaza España, donde abundan los bomberos y la policía. Una persona se ha tirado a la vía y se encuentra bajo el tren, estando la línea uno cortada e imposibilitando el acceso a la tres. Las felices horas de escalada, en las que el mundo parece detenerse y uno puede disfrutar en libertad, han finalizado. El Sr Droguero se va a su casa caminando, dice tener media hora, mientras que yo camino hasta la cercana parada Tarragona, dejando atrás la montaña olímpica de Montjuic y su peculiar rocódromo.

Javier envía un correo electrónico una hora después: “Me duelen las manos, la espalda y los brazos, pero me lo he pasado en grande. Espero esas fotos, para ver la habilidad de los grandes fotógrafos”.

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito

1 Comentarios

Enviado por Carlos el Thursday 5 de March de 2009

“Aceptarían un novato con experiencia solo en vias ferratas con escalones? NO conozco a nadie que se dedique a escaladas y me gustaría probar (tengo equipo, cuerdas, cintas express, ocho, y algunas nociones aprendidas en internet) Gracias”