Thursday 2 de August de 2007, 00:00:00

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Al igual que Javier, es la primera vez que visito el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. Un autobús nos lleva desde Torla hasta Pradera de Ordesa. Desde allí, ascendemos por el cañón de Ordesa hasta alcanzar la Cola de Caballo. Más arriba alcanzamos el refugio de Goritz, donde plantamos tienda. Durante el segundo día tiene lugar la conquista de las cimas. Comenzamos coronando el Pitón SW del Cilindro de Marboré (3194m). Bajamos a un pequeño collado, superamos una canal (grado III), más tarde una losa de unos cuatro metros y coronamos el Cilindro de Marboré (3325m), el segundo pico más alto de la zona. Volvemos al lago helado y ascendemos al Monte Perdido por la escupidera, es decir, por la ruta normal (3355m). Descendemos dicho monte por la solitaria ruta de las escaleras, es decir, la ruta a través de la cual avanzaron hasta la cumbre los primeros hombres en lograr coronarla. El cuarto tresmil del día es la Punta de las Escaleras (3027m), con buenas vistas sobre el valle de Ordesa. Doce horas después de partir alcanzamos de nuevo el refugio de Goritz. El tercer día de actividad queda anulado por el previsible mal tiempo de mañana, por lo que optamos por regresar a casa un día antes de lo planificado. De ocho a once y media descendemos hasta Prados, cogemos el autobús y a las cuatro de la tarde ya estamos en Barcelona, con la satisfacción del que ha conseguido más de lo que esperaba. Nos queda mucho que hacer en la zona, otro año será.

[+] click para ampliar Javier en la cumbre del Pitón SW del Cilindro de Marboré (3194m). Detrás el Perdido con su escupidera

[+] click para ampliar Javier rapelando en el descenso del Perdido por la ruta de los pioneros

[+] click para ampliar Javier en la cima de la Punta de las Escaleras (3027m)

[+] click para ampliar Zodiaco en el Valle de Ordesa

[+] click para ampliar Zodiaco en la cumbre del Perdido. Detrás el Cilindro de Marboré (3325m) y el Pitón SW (3194m)

Estamos a lunes 30 de julio de 2007. He quedado con Javier para pasar cuatro días con él en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un lugar al cual aún no hemos ido. Salimos poco antes de las seis de la mañana de Barcelona. Cogemos la autovía A2 hasta Lleida. Posteriormente pasamos, entre otras, por las localidades de Barbastro y Aínsa. En Torla adquirimos el billete de autobús hacia Pradera de Ordesa por 3,40 euros ida y vuelta. Cabe destacar que en verano y semana santa está prohibido ascender a Prados de Ordesa caminando, sólo se puede acceder en autobús. Y si hay más de 1800 personas en el interior del parque el servicio de autobuses queda suspendido hasta que ese número descienda.

El ascenso hasta la Cola de Caballo está caracterizado por dos cosas: las paradas para realizar múltiples fotografías o contemplar el paisaje, y el esfuerzo que supone ganar altura con las pesadas mochilas. Pasamos por las cascadas de Arripas, de la Cueva y del Estrecho antes de llegar a Gradas de Soaso, donde el río Araza parece estar escalonado. En ese lugar se haya una fuente de fresca agua. Bastante más arriba llegamos a la cola de caballo, un lugar infestado de gente que llega hasta aquí para darse la vuelta y regresar a Torla. A través de una tartera ganamos altura hasta llegar a la salida de las Clavijas de Soaso, donde esta mañana ha habido un accidente. Tras siete horas y media de ascenso alcanzamos exhaustos el refugio de Goritz. En condiciones normales el tiempo necesario son cuatro horas. Plantamos la tienda junto a otras tantas (las hay a decenas) y cenamos algo. Hay un chico tocando la flauta ante la admiración de multitud de “excursionistas” mayores extranjeros.

Hoy, 31 de julio, intentaremos ascender al Monte Perdido, el coloso de la zona. Se trata de una de las montañas más célebres de los Pirineos. Aunque se la considera como la tercera más alta de la cordillera, las últimas mediciones del IGN la sitúan en quinta posición (3348m), detrás de Aneto, Posets, Punta d´ Astorg y Monte Maldito. El padre del Pirineismo, Louis Ramond de Carbonières, estudió durante quince años la forma de alcanzar su cumbre. Lo consiguió el diez de octubre de 1802, tres días después de que dos ayudantes suyos (Laurens y Rondou) y un pastor anónimo de Bielsa lo lograran por primera vez.

A las 8:35 partimos del refugio de Goritz. Nos hemos levantado relativamente tarde debido al cansanciode ayer. De todas formas, estamos bastante recuperados y con ánimos para hacer una buena excursión. En primer lugar, nos dirigimos al lago Helado (2980m), uno de los más altos del Pirineo. De camino hemos estudiado con la mirada una canal que accede a un collado entre el Pitón SW y el Cilindro de Marboré. Nos decidimos a ascender al Pitón SW del Cilindro de Marboré (3194m) por lo que dejamos las mochilas en el lago. Javier ha hablado con tres excursionistas y se han animado a ascender al Pitón. En media hora coronamosel primer tresmil del día, con muy buenas vistas sobre el Monte Perdido. Al poco rato llegan los otros tres excursionistas. Mientras que al Monte Perdido está ascendiendo mucha gente, éste pico y el cilindro son muy poco transitados, hasta tal punto que seguramente seamos los únicos del día que subimos hasta aquí.

En principio la canal que hay que superar en el collado parece difícil, pero al acercarnos comprobamos que sí es viable superarla. Así, el excursionista de Lugo, los dos leoneses, Javier y yo superamos la canal. Más adelante aparece una losa, donde uno de los dos leoneses decide no continuar. El resto lo vemos bastante claro y tras superarla, coronamos el Cilindro de Marboré (3325m) unos minutos después. Podemos observar el Posets, Marboré, Casco, Vignemale, Taillón,… y el glaciar del Monte Perdido, el cual no podríamos contemplar en el ascenso al Perdido. La losa y la canal son más complicadas de destrepar que durante la subida, pero logramos acceder de nuevo al collado y al lago helado. Nos separamos. Como con Javier antes de afrontar el asalto a la escupidera, que nos permitirá acceder al tercer tresmil del día.

La pendiente es bastante considerable por lo que el avance es lento y cansado. El camino no presenta nieve hasta la salida de la escupidera. Hay un pequeño nevero antes de acceder a la cumbre. Javier abre huella y me aprovecho de ello. A las tres y media de la tarde alcanzamos la cumbre, donde se haya un feo vértice geodésico. Tenemos ante nosotros al Añisclo, o Soum de Ramond, en homenaje a Louis Ramond de Carbonières. Los pioneros accediron a la cumbre por las escaleras, itinrario que haremos de descenso. La ruta normal (lago helado, escupidera) no sería realizada hasta décadas después. La diferencia radica en que la ruta de las escaleras presenta unas canales, la última de ellas con el paso Rushmore (tercer grado). Es decir, en la ruta normal se cuentan decenas o centenares de excursionistas, mientras que en la ruta de descenso no nos vamos a encontrar con nadie aún siendo pleno verano. Se trata de una diferencia más marcada que ascender al Aneto por la Renclusa o por Coronas.

En la primera canal que nos encontramos (la última de subida) es donde está la instalación de rápel. La cuerda es de 32 metros pero nos queda corta, aunque finaliza en un tramo muy sencillo. La canal debe tener unos veinte metros de altura. Nos ponemos el arnés, casco, ocho y mosquetón y rapelamos. Más tarde recuperamos la cuerda y superamos tres escalones más sin posibilidad de montar rápel. Algunos nos hacen sudar bastante, meditando por donde proceder al descenso. En alguno cada uno opta por un destrepe diferente. Tras numerosas dificultades provocadas por lo agreste del terreno, a las seis de la tarde coronamos el cuarto tresmil del día, la Punta de las Escaleras (3027m). Desde la cumbre divisamos el valle de Ordesa y el refugio de Goritz, ya que es la montaña que domina el refugio y que impide ver al Monte Perdido desde él. Sin tiempo para acometer el ascenso al último de los Tres Sorores (el Añisclo), comenzamos el descenso por el lugar equivocado. En lugar de descender desde la cima hacia Goritz, lo hacemos desde el collado. Tenemos que rodear la montaña en busca del “sendero” para no tener que volver a asceder a la cima. Lo encontramos pero aún hay varios destrepes que harán que no lleguemos al refugio hasta pasadas las ocho de la tarde, tras prácticamente doce horas de magnífica excursión, con innumerables obstáculos superados con éxito (por suerte).

En el refugio se habla de mal tiempo para mañana por la tarde y jueves, por lo que optamos por avanzar un día nuestro regreso. Mañana a primera hora partiremos hacia casa. Estamos más que satisfechos de lo que hemos hecho hoy tras la durísima subida de ayer. Los crampones y el piolet se han quedado en la taquilla del refugio, así como la tienda de campaña y los sacos de dormir (3 euros). Después de cenar me voy a dormir. Javier acaba más tarde (su hornillo tarda siglos en hacer unos tallarines).

Finalmente, el miércoles es el día de regresar a casa. Empleamos tres horas y cuarto en alcanzar Pradera de Ordesa bastante cargados. Javier ha ido por la tartera y yo he optado por acercarme a ver las clavijas de Soaso. No me he resistido a la tentación y he descendido por ella pese a que el volumen de la mochila ha sido un impedimento y parecía desestabilizarme, por lo que he tenido que ir con sumo cuidado. Vemos varios rebecos, marmotas y multitud de extranjeros que ascienden hacia cola de caballo, algunos de ellos en plan playero total. Cogemos unos folletos en la caseta de información y el autobús nos lleva a Torla. A las cuatro de la tarde llegamos a Barcelona, tras haber salido a las 7:55 del refugio. En fin, se acabó lo que se daba. Queríamos hacer algunas cosillas más en la zona pero nos vamos contentos con lo realizado. En sucesivos años habrá que ir a afrontar nuevos retos. Hasta entonces, nos despedimos de Ordesa y Monte Perdido con un bonito recuerdo.

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito

1 Comentarios

Enviado por Ayanami el Friday 3 de August de 2007

“Felicidades, se ve que habeis disfrutado!! el año que viene a por otra xD”